CALIFICADA: Prueba tu valía, si puedes....

Después de despedirme de Kida, recibí una invitación titulada "Prueba de Valor", con nada más el nombre del remitente, Charlotte, y una dirección a la cuál debía ir. Por algún motivo, su nombre no me da buena espina, pero supongo que debo estar agradecida de que decidiera organizar esto, y más aún por invitarnos. Camino hasta la casa indicada en la carta, pensando en mis propios asuntos. Aún llevo puesto mi disfraz de Hada Azul, lo cuál no calienta mucho, y empieza a hacer frío. En momentos como estos, a veces desearía no usar magia de agua, sino de fuego (o dependiendo de la situación, lo que me convenga)

"Brr... Será mejor que me apure" pienso, y comienzo a acelerar mi paso. Aún hay un poco de gente por las calles, pero claramente son menos que antes. "Deben ser alrededor de las que, ¿las 21-22 horas? Quizá y hasta más tarde..." Finalmente llego a la casa, se ve gigante y vacía.. Pero algo dentro de mí me dice que no está, para nada abandonada.

Un cosquilleo va desde mi espalda hasta mi nuca, erizando mis cabellos. Siento una presencia fría detrás, y me sorprendo al ver a una persona parada detrás."No lo oí acercarse..." pienso, mientras miro fijamente al hombre parado en frente mío.

- Umm.. ¿Hola? Lindo disfraz... - le hablo yo primero, pero no dice nada- ¿Vienes por lo de la prueba de valor o...? - me callo. Hay algo sobre él que no me inspira mucha confianza, así que decido que será mejor ahorrarse las palabras.

Aparecí detrás de un chica que estaba vestida como un hada, me hice tangible de nuevo, mostrando mi

disfraz:

y dije: -Hola chica hada, parece que a ti también te enviaron una carta, por lo que leí, de una tal Charlotte-.

-Parece que tú eres mi compañera, procura no perderte, no me hago responsable de lo que te pase-.

A mí me interesaba más el cofre y encontrar a esa tal Charlotte, quería probar si aquella mujer era peligrosa.
Al parecer, mi "compañera" parecía una chica tímida y débil.
"Espero que no me dé muchos problemas, quiero ver que hay en el cofre y ver si esa tal Charlotte es una persona peligrosa".

Después de "saludar" a mi compañera, entramos en la casa, era un lugar lúgubre, descuidado, oscuro, se respiraba el terror reinante, no era una casa encantada común y corriente, un detalle muy sospechoso, al igual que la carta y la remitente. Mientras pasábamos por pasillos llenos de cuadros que parecían seguirnos con la mirada, noté que mi compañera estaba algo asustada así que, para calmarla le dije: -No te asustes, es un efecto óptico- seguimos caminando, mientras nos adentrábamos por los corredores de aquella casa terrorífica, en busca de un cofre que podría contener cosas valiosas o no contener nada y ser una broma de mal gusto por parte de una idiota con nombre ridículo. "Si esa tal Charlotte es quien creo que es....va a ser muy divertido....además, le haré pagar por lo que me hizo"

El "no lo haré" jamás salió de mi boca. Hablar simplemente... no era la mejor idea, por más, "peculiar", que mi compañero fuese. Después de esa agradable presentación, entramos a la casa. Cabe decir, que todas mis sospechas estaban en lo correcto.

Las maderas son increíblemente viejas, y pareciera que se fueran a romper con sólo rozarlas. Y los cuadros colgados, hasta te siguen con la mirada. Estoy intrigada, observando un cuadro, cuando el hombre  que camina delante mío, refunfuña un "Es un efecto óptico" Tal vez si prestaras más atención, notarías que sólo lo estoy mirando..., pienso, un poco mosqueada.- Mi nombre es Kattley, por cierto - musito,  pensando que tal vez saber mi nombre apaciguará su comportamiento. Y que lo haga sería útil para la misión. La idea es encontrar un cofre, pero no tengo ni la más mínima idea de cómo luce. Buscar algo a ciegas no es tan fácil como parece, menos cuando te toca hacerlo con alguien con quien no congenias para nada.

Creo ver al final algo corriendo de un pasillo a otro, y me quedo en estado de shock un par de segundos. Puedo jurar que era una chica, de mi edad aproximadamente, con un vestido y cabello azul. Pero pasa tan rápido, que casi creo que fue mi imaginación.Casi.

- ¿Viste eso? - le pregunto, para confirmar si son ideas mías o no.

-Alucard- es lo único que dije mientras seguíamos nuestro camino, los pasillos se hacían cada vez más terroríficos, algo en mi interior me decía que había algo peor que estas paredes viejas y con marcas de garras, en uno de esos pasillos, escucho un grito lastimero, como si estuviesen torturando a alguien al otro lado de la puerta, sólo suelto un suspiro al aire y pienso "Tsk, novatos.....no saben qué es sufrir de verdad", mi compañera musita algo que no logro oír a causa de un rugido que se oyó detrás nuestra "Seguro es un animal lastimado, qué débiles son algunos" intentaba ignorar los molestos gritos y gemidos que salían de las habitaciones contiguas, estaba muy molesto, hasta que algo que vi, me dejó en shock......Era una figura espectral, parecida a uno de mis carceleros, Boris, en la cárcel le decíamos "Verdugo", porque muchos de los que tuvieron la mala fortuna de tenerlo como carcelero, no salieron de la misma.
Había una mezcla de miedo, shock y rabia en mi interior "Pensé que lo habían ejecutado! cómo puede ser???"

Los gemidos y lamentos suenan cada vez más fuerte. Como si no solo los estuviesen torturando, si no algo mucho, mucho peor. Intento no prestar atención a eso, y me concentró en el "espectro" delante mío. "Parece que esta casa esta diseñada para mostrarnos nuestros peores horrores" - pienso, y dirijo una mirada al hombre delante mío. Alucard, dijo que era su nombre. ¿En qué estaría pensando él?

- Yo creo - comienzo hablando, para interrumpir el silencio que me da mal augurio. En este caso, es más prudente hablar.- Que esta casa nos muestra precisamente lo que no queremos ver. La verdad que es un buen plan para asustar gente... - finalizo mis ideas, y comienzo a caminar en dirección de el camino izquierdo. Visto de frente, es un pasillo T. Ahora pareciera que estamos en el palito grande. Mi instinto me dice que es mejor idea, pero de igual forma le pregunto a Alucard.

- Pienso, que la izquierda es donde está el cofre. O eso me dice mi instinto. Después de todo, es a eso lo que venimos, ¿no?

Del susto pasé a sonreír de forma diabólica "Al fin podré devolverle a Boris todo lo que me hizo, jajajajajajaja" pero la voz de Katt me devolvió a la realidad, un poco molesto, le dije: -Tienes razón, chica hada, hemos venido por el cofre, si crees que es a la izquierda, a la izquierda pues-
El pensar que la oportunidad de devolverle a Boris lo que me hizo no era más que una mera ilusión, me molestó mucho.

Después de aceptar que no iba a poder vengarme de Boris como quería, seguí a mi compañera por la dirección que indicó anteriormente, siempre con una mano en el empuñadura de la espada, nunca podré olvidar las lecciones que el viejo* me dio sobre cómo manejar la espada, fueron tiempos duros, que me dejaron algunas cicatrices, pero por lo menos podría defenderme.