En busca de un disfraz (Privado)

Layla sentía su estado de animo aumentar con cada segundo, la noche de Halloween estaba cada vez mas cerca y ese estaba entre sus días festivos favoritos por diferentes razones pero las dos mas importantes resultaban algo obvias, en primer lugar, poder disfrazarse de lo que quisiera y en segundo lugar estaba el poder adquirir una gran cantidad de dulces. La Dragon Slayer ahora caminaba tranquilamente por las calles de Magnolia en busca de algún disfraz que le gustara, mientras de paso miraba detenidamente las decoraciones que la ciudad había adquirido como por ejemplo calabazas con expresiones aterradoras talladas, fantasmas en los escaparates, telarañas colgando de los techos y faroles de las calles, también había visto muchos murciélagos falsos en muchas tiendas. Hasta el momento en total había visitado 4 lugares en donde podría haber encontrado un disfraz pero estaban llenos de personas buscando disfraces por lo que los había descartado.
Alrededor de dos horas después aún no había encontrado algo que le gustara y lo que había visto y quería estaba reservado o estaba siendo comprado, soltó un profundo suspiro y la idea de que no podría conseguir un disfraz hizo que su felicidad comenzara a disminuir. Pero entonces su atención se desvió a una tienda algo pequeña y que en el escaparate mostraba diferentes prendas, se acercó a la entrada de esta y el pequeño letrero decía "Abierto", no tenía nada que perder así que optó por entrar y casi de inmediato emitió un estornudo ya que había algo de polvo en el ambiente.-Etto...¿hola, hay alguien?-Durante unos segundos no recibió respuesta alguna, al interior de la tienda había estantes con telas de diferentes colores, agujas de coser e hilo, listones y entre otras cosas.

La pelinegra estaba por retirarse hasta que al dar un paso atrás el ruido de algo rompiéndose le hizo dar un brinco y voltearse inmediatamente para ver si había sido su culpa, pero en cambio solo vio a un gato de color blanco con un patrón de color negro alrededor de sus ojos de manera que hacía parecer que llevara gafas puestas.-Ah, solo había sido un gatito.-Pero al lado del felino había un frasco de vidrio que había contenido agujas, y estaba roto, con todo su contenido disperso en el suelo. La pelinegra sintió un escalofrío recorrer toda su espalda, ¿acaso había sido su culpa, o había sido el gato?-¿Fui yo...?-Se inclinó para recoger las agujas del suelo y los restos de vidrio.-Mira lo que hiciste niña, claro que fuiste tu, quien mas esta en este lugar además de tu y yo.-La Dragon Slayer se puso en guardia y miró en todas direcciones buscando de donde había provenido la voz hasta que sus ojos azules se clavaron en el gato.-¡Tu fuiste quien habló!-Señaló al felino tratando de procesar ese dato, ese gato no era como Happy o Charle que eran gatos y también hablaban pero podían volar y caminar en dos patas, mientras que el presente era de aspecto común y corriente.-Que inteligente, escucha niña arregla lo que hiciste y de paso no señales a la gente, eso es de mala educación sobre todo a una dama como yo.-Layla ladeó un poco la cabeza mientras miraba a la gata.-Pero...usted es una gata, y habla...-La felina soltó un bufido y saltó a una silla en donde tomó asiento.-Soy una dama hecha y derecha, ¿no sabes diferenciar un gato normal de un mago Take Over?.-El animal brilló por un momento y después en la silla una mujer algo mayor y de porte elegante estaba sentada con los brazos cruzados.

-¡L-lo siento mucho! Voy a recoger esto...-La pelinegra nuevamente comenzó la labor de recoger los restos del suelo, tomó los cristales con cuidado separandolos de las agujas y la mujer mayor apuntó a un bote de basura, Layla asintió en silencio y dejó caer los trozos de vidrio en la basura, regresó al lugar en donde estaban las agujas en el suelo. Finalmente minutos después termino de recogerlas todas, no sin clavarse un par de estas, y las dejo en otro frasco vacío.-Termine, perdón por haber roto el otro frasco.-Dicho eso la maga de Fairy Tail hizo una leve reverencia a modo de disculpa.-Al menos tienes modales para pedir disculpas y reparar tu error, dime, ¿por qué entraste a mi tienda?-La mujer mayor se arregló las gafas que traía puestas y miró fijamente a la chica esperando una respuesta.-Pues...yo quería tener un disfraz y me entere de que habrá un evento especial en Hosenka pronto para Halloween, pero no he podido encontrar algo que me guste, y lo que me gusta ya no está. Así que como aquí venden ropa pensé que podría haber un disfraz aquí.-Mostró una sonrisa algo avergonzada mientras se sentía pequeña bajo la mirada de aquella maga Take Over.-Ya veo, bueno, estás algo equivocada. En esta tienda yo misma confecciono toda la ropa que vendo, pero no tengo disfraces.-Al dar su respuesta la Dragon Slayer miró al suelo sintiéndose triste.-Ya veo...bueno, era de esperarse...-La mujer se le quedó mirando fijamente, pasados unos segundos de silencio esta rodó los ojos y se puso de pie de la silla mientras se acercaba a la joven maga.-Escucha niña, me hiciste un favor recogiendo las agujas ya que mi espalda esta mal, así que a cambio te haré un disfraz...¿feliz?-Al decir eso la usuaria del Rayo levantó la mirada y ahora tenía una sonrisa e inevitablemente le dio un abrazo a la maga Take Over.-¡Gracias gracias gracias, muchas gracias!-La mujer a modo de respuesta la apartó de un empujón y la chica cayó sentada al suelo pero se puso de pie de inmediato como si nada hubiera pasado.-Por cierto niña, refleja tus modales y llámame señorita Lilian.-

La Dragon Slayer asintió y a partir de las instrucciones que le daba Lilian escogía las telas de colores que iba a utilizar, los hilos y agujas, alguno que otro adorno y la mujer le entregó un cuaderno de dibujo y un lápiz.-No creas que voy a hacer todo por ti, tu me ayudaras en cada paso y lo primero sera ver que disfraz quieres, y date prisa, no tengo todo el día.-La hija de Kyozum comenzó a pensar, muchas ideas acudieron a su mente pero una a una las fue descartando, probó diferentes cosas para buscas inspiración, mirar cosas interesantes del lugar, sentarse en diferentes posiciones (incluida la posición de estar cabeza abajo) y por último leer. Había unos cuantos libros en los estantes y tomó uno al azar, era algo corto pero contaba la leyenda de una hermosa princesa que vivía en un castillo abandonado el cual tenía una maldición de que siempre sería Invierno en los alrededores del castillo y en este mismo, pero la nieve no sería blanca sino negra, y la única compañía que ella tenía eran las mariposas. Continuó leyendo varios minutos hasta acabarse el libro y encontrar la inspiración que había necesitado, tomó el lápiz y comenzó a dibujar hasta que terminó, en el libro no había casi referencias al vestido que había usado la princesa pero lo que leyó en su opinión fue suficiente. Le mostró su boceto Lilian y esta asintió aprobando el diseño.

Ya habían comenzado la confección del disfraz, pero en realidad Lilian le decía todo lo que tenía que hacer y la corregía cuando cometía algún error ya fuera grande o pequeño, pero para la Dragon Slayer uno de los mayores retos había sido el lograr insertar el hilo en el agujero de la aguja para comenzar a trabajar, al lograrlo no pudo evitar dar un salto de felicidad mientras que la maga Take Over arqueaba una ceja y le decía que comenzara a trabajar. Pero claro, antes de comenzar todo la mujer tomó las medidas de Layla desde la cabeza a los pies para que el disfraz quedara perfecto.
-Veamos...¿esto va aquí?-La mujer negó con la cabeza.-No puedes agregar los detalles al inicio, debes esperar al final, ahora toma esas telas y guiándote por las medidas comienza a cortar.-Le entregó unas tijeras y la chica comenzó a cortar con cuidado de no cometer algún error, después de mucho cortar, medir y coser Layla se tomó un minuto para descansar. Fue entonces que la mujer la sacó a empujones de la habitación de costura.-Muy bien, ahora es mi turno de trabajar, no entres hasta que yo te lo diga y no te preocupes, me encargaré de que tu disfraz quede totalmente perfecto.-Y al terminar de hablar cerró la puerta, la Dragon Slayer se apoyó en la puerta mientras trataba de pensar y cayó en cuenta de algo.-Tengo hambre...-Escuchó a su estómago quejarse y miró en diferentes direcciones, se sentó en el suelo y cerró sus ojos un momento para descansar.

No supo cuánto tiempo había dormido pero al despertar Lilian había estado a punto de echarle encima un cubo de agua fría y le dijo que habían pasado dos horas.-¡Ya desperté ya desperté! ¿Esta listo, señorita Lilian?-La maga Take Over asintió y mostró una sonrisa queriendo decir que estaba totalmente satisfecha con el trabajo.-Míralo por ti misma.-La pelinegra se puso rápidamente de pie y entró al cuarto de costura, al mirar se quedó muda de asombro con el esplendido trabajo que había hecho la mujer.-¡Es...es, hermoso!-Layla se acercó al disfraz y lo tomó con cuidado en sus manos. Era un hermoso vestido de color negro con unas bellas y elegantes alas de mariposa también negras y rosa en la espalda.-Las alas fueron un poco difíciles de hacer pero me las arregle, si llegan a ser una complicación puedes hacerlas desaparecer con esto.-Una de las mariposas pequeñas que decoraban el vestido resaltaba de las demás ya que no era blanca sino de color plateado, Lilian presionó en el centro de esta y las alas de mariposa desaparecieron.-Usted es increíble, no se que puedo hacer para pagarle.-Lilian lo pensó por unos segundos hasta que respondió a la chica.-Hace tiempo que no hago una limpieza a fondo del lugar, ¿podrías hacerlo por mi? Ah y también me gustaría que ordenaras las telas que hay en mis estantes.-La pelinegra no pudo negarse, se lo debía, tomó una escoba junto con un plumero y comenzó a limpiar todo el lugar, el piso , los estantes, el techo, las paredes y otros objetos que tenían polvo encima tales como retratos, figuras de animales en porcelana y copas y botellas de licor. Después comenzó a ordenas los elementos que tenía en frente mientras Lilian fumaba un cigarrillo y la observaba con una sonrisa divertida, finalmente terminó con su labor en un tiempo récord.-Ya...termine...señorita Lilian...-La mujer le dio unas palmadas en la cabeza y le entregó el disfraz el cual había sido envuelto con cuidado y estaba en una caja de tamaño mediano.-Eres una buena niña, gracias por ayudarme, y disfruta del Halloween.-Layla asintió con una sonrisa en su rostro y salió de la tienda, se dio cuenta de que la noche estaba cada vez mas cerca por lo que se apresuró a regresar a su hogar, una pequeña cabaña un poco en las afueras de Magnolia que había estado abandonada pero que había reparado con esfuerzo y que ahora era muy acogedora.
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Tema finalizado