Una tarde en Phoenix (Público)

Sakuya estaba tranquilamente detrás de la barra de su nuevo gremio Rising Phoenix, limpiaba los vasos hasta que no quedara el mas ínfimo rastro de polvo y los dejaba nuevamente donde estaban, como el lugar estaba con un poco de polvo había decidido hacer "algo para no aburrirse" lo cual se transformo en una limpieza a fondo de todo el lugar, había limpiado todas las mesas, el suelo, los platos y jarrones y ahora estaba por terminar con los vasos. En la cocina había pasado exactamente lo mismo, las ollas, sartenes, cuchillos y cualquier otro implemento de cocina estaba perfectamente limpio al igual que el suelo y los dos hornos que tenían. Al terminar la Lunareon dejo el vaso que tenía en sus manos en su lugar y miró a su alrededor, ya había terminado con el primer piso, ahora solo faltaba el segundo, subió las escaleras y entró en una de las habitaciones residenciales que había en el gremio para después comenzar a ordenar todo lo que estuviera al alcance de sus manos.

Pasados ya alrededor de treinta minutos había ordenado todo, al fin se sentía satisfecha pero nuevamente se preguntó que mas podría hacer, hasta el momento del gremio solo conocía al Maestro Derek y a Mitsuki Shiro, entonces escuchó el ruido de la puerta de entrada del gremio siendo azotada con gran fuerza. La peliplateada regresó nuevamente al primer piso para ver quien había entrado y se sorprendió de ver nuevamente a la chica que le había recibido en Phoenix, Mitsuki, se acercó lentamente a esta mientras veía como la chica gato se apoyaba en una de las mesas y se hundía en sus brazos dando a conocer su estado de animo a Sakuya.-Disculpe si la molesto pero, ¿se encuentra bien?-La Maid no reflejaba ninguna emoción en su rostro, aunque eso para ella era algo normal.

Al recibir su respuesta por parte de Mitsuki la sirvienta estaba a punto de preguntar si podía hacer algo para ayudarla pero la chica se levantó y caminó en dirección al tablón de anuncios dejando claro que necesitaba dinero por lo que después de ver las misiones disponibles tomó una y emprendió su retirada del gremio, pero no sin antes agradecerle a Sakuya por sus intenciones de ayudar y por limpiar el gremio, la peliplateada solo hizo una reverencia a manera de despedida y la chica gato salió del gremio. Nuevamente estaba sola, y no tenía nada mas que hacer, miró un momento el tablón de anuncios y se acercó a este mientras revisaba los pedidos disponibles, por el momento ninguna llamaba su atención así que la chica tomó asiento en una de las sillas del gremio e hizo aparecer dos cuchillos y comenzó a afilarlos entre ellos hasta que se vio interrumpida nuevamente por la llegada del maestro Derek.-Buenas tardes Maestro Derek-sama.-La Maid se había puesto de pie mientras hacía una reverencia.

El anciano le miró unos segundos y después a su alrededor, repitió el mismo proceso un par de veces hasta que parpadeó confundido y después emitir un pequeño grito de sorpresa.-¿¡Tu limpiaste todo el lugar...sin ayuda de nadie!?-La lunareon asintió mientras que su rostro aún no denotaba sentimiento alguno.-Es...es...¡maravilloso, hace años que no veía este lugar tan limpio!-El anciano mostró una amplia sonrisa mientras recorría su amado gremio viendo que todo estaba como nuevo, la Maid lo perdió de vista unos segundos cuando él entró en la cocina y también registraba todo, minutos después salió dando un salto de felicidad y se acercó rápidamente a Sakuya quien por costumbre retrocedió un par de pasos ya que aún no se acostumbraba del todo a tener contacto con las personas, el Maestro Derek le tomó de las manos mientras le agradecía una y otra vez.-¡Muchas gracias Sakuya! Ejem...-Soltó las manos de la chica y recobró la compostura pero sin perder su sonrisa.-No fue nada, además no podía permitir que este lugar estuviera sucio, no tiene que agradecérmelo.-Derek solo asintió y se retiró a otra parte del gremio, la peliplateada miró sus manos un segundo para después perderse en sus recuerdos unos segundos, cerró sus ojos con fuerza mientras negaba con la cabeza. A veces su mente se confundía ya que una muy pequeña parte de ella quería odiar a los humanos por todo lo que le habían hecho pero otra le instaba a protegerlos y a servirles, pero claro, solo a los que ella considerara de confianza y reconociera como sus amos o compañeros, incluso como amigos. Finalmente se acercó de nuevo al tablón de misiones y tomó una para poder ganar dinero.

TEMA FINALIZADO