Un simple 0 llega al gremio mixto - Publico

Los posteriores sucesos de mi pasado me habían exigido realizar cosas que no me incumbían, aun así no parecía haber una forma de no ser arrastrado hacia ellos, de ese modo, heme aquí. Un largo viaje hacia un reino completamente desconocía en el cual habitan gran cantidad de magos. Hasta hace muy poco, la magia no era algo mas que una simple palabra que adornaba mis palabras. Había sido forzado por unos magos religiosos, me habían golpeado en un gremio que creí era mixto. Jamás supe de  magia ni de sus gremio, podrían al menos haberme escuchado.
-Este parece ser Lamia Scale-. No tenia ni la mínima idea de como actuaban los magos, ¿debería de fingir ser uno?, ¿Qué magia debería decir?. No conocía sus variantes, ni mucho menos nada profundo sobre ella. A mi creer, aún eran muchas luces extrañas. Di un par de pasos hasta alcanzar la puerta. Un horrible olor emergía desde la suela de mi calzado, un animal habría estado ahí con anterioridad. -¡Qué mala suerte!-. Abrí la puerta e ingrese sin rodeos. -Con su permiso-. No había notado nadie a simple vista, aún así me agache y me quite mi calzado. No fue por modales, sino porque su olor seria algo molesto.

Una hermosa y soleada mañana estaba siendo disfrutada por muchas personas de la ciudad, pero para la pequeña maga de Lamia Scale no había tiempo, se acercaba un importante evento en el cual se tendría que esforzar al máximo, las palabras del maestro Jura aún resonaban en su cabeza. "Aún no me entra en la cabeza, ¿por qué hay unos tipos tan peligrosos sueltos por ahí? ¡Los aplastaré! Aunque... Había pasado frente a un desconocido de cabello azul oscuro que se estaba quitando los zapatos, un olor la molestó un tanto pero no le dio importancia, notó que todo estaba bastante calmado para la situación en la que se encontraban, tal vez, porque inquietarse no cambiaría absolutamente nada.
Tomó asiendo en el mismo lugar, en el primer lugar que se había sentado en el gremio y donde siempre se dirigía cuando llegaba, aunque en dos ocasiones se encontró a Toby sentado en ella y tuvieron un... griterío, ya que llamarlo discusión no tendría sentido. "Seguramente Lyon está dormido como siempre y no hay nadie que me hable... No, ¿qué estoy pensando? Como si quisiera hablar con el..." Divagando giró sobre la silla sin respaldo y vio a un joven descalzo, ni siquiera el perruno mago andaba así. Jamás lo había visto, por su mente pasaron dos cosas, era un nuevo o no había asistido al edificio en un tiempo. ¡Oye tú! ¿¡Por qué tienes que andar enseñando tus pies!? No lo había reconocido porque no le había prestado importancia, cuando entró el estaba junto a las puertas.

frente a mí una pequeña niña parecía enojarse con solo mi presencia. ¿No puede ser otro gremio solo de mujeres?. Debía sacarme la duda, pero estaría mal no responderle antes. -¿Por qué dices?, si sientes un olor desagradable, es la razón- Levante el calzado con la mancha asquerosa y marrón de su suela. -No planeo ensuciar el piso de este lugar, dime.. ¿este gremio no es solo de mujeres verdad?-. Tenia que asegurarme a toda costa, mi seguridad física dependía de ello. En el tiempo que esperaba la respuesta entre caminando junto a ella. Era un lugar muy grande.
Me había paralizado, algo malo acababa de suceder. -Mi equipaje lo dejé olvidado en la estación- Revolví mi cabello denotando cierta desesperación. -¡¡¡Qué mala suerte!!!-. Mi mala suerte seguro iba a empeorar.

Caminando por las calles de la ciudad Saiyu, Dispuesta a hoy si entrar al gremio que quería, ya lo había intentado en 2 ocasiones atrás, pero al final solo abría la puerta y el temor me ganaba, provocando que me marchara,  "Tal vez no me aceptaran porque no puedo hablar... O por mi magia...  " El miedo me inundaba y termine de nuevo ahí, frente a esa gran puerta, "No voy a correr, No de nuevo, Entrare al gremio, Tengo que acabar con mi debilidad" Abrí la puerta y entre, lo primero que vi fue a un chico extraño con cabello oscuro quitándose los zapatos... Quitándose los zapatos? acaso es una especie de iniciación ? Lo mire extrañada hasta que vi a una chica sentada no muy lejos de la puerta, ella también miraba confundida al chico, para despues reclamarle por enseñar sus pies, "Tal vez el chico se confundió" y fue cuando el chico contesto que no había tenido mucha suerte en el camino, no pude evitar el reírme y sin dudar entre para sentarme junto a ella, la chica de cabello largo y liso, por el contrario del mio es color negro, pero tenia un brillo sorprendente, le dirijo una sonrisa mientras ella me miraba confundida.

Miró un tanto asqueada la suela de los zapatos del chico, parecía que aún estaba fresca. ¿Un gremio solo para mujeres? Es cierto, había gremios con exclusividad de miembros "¿Habrá uno solo para ancianos?" Locas ideas comenzaron a volar por su mente. No te preocupes, es un gremio mixto, hasta hay un per-¡Ay! Se apresuró en contestar para no parecer que lo estaba ignorando y se mordió la lengua, para peor, en el momento que estaba ¿criticando? O mejor dicho separando a Toby del grupo de "Hombres", puesto que el "perro" era él.
Mientras el muchacho de cabello oscuro que parecía estar maldito por la suerte recordaba olvidar su equipaje, una chica de cabellos plateados se acercó hacia Yutaka, sentándose a su lado y entegándole una hermosa sonrisa, que provocó que se sonrojara un poco, la tomó por sorpresa. Se volvió al joven para no mostrarse de esa forma y le habló serenamente. ¿Piensas ir a por ellas? Tal vez aún estés a tiempo, salvo que ya haya pasado bastante desde que llegaste. Volvió a mirar a la chica que estaba a su lado y luego cayó en cuenta que tampoco la conocía, era el momento perfecto. Nunca los he visto por aquí, ¿son recién llegados o estuvieron ausentados unos días? ¿Sus nombres? Esbozó una pequeña sonrisa para el chico con los zapatos sucios y la joven silenciosa.

Había dos chicas cerca de mi, si no fuera porque me habían afirmado que era mixto, habría corrido desesperadamente por mi vida. Dejando caer el calzado nuevamente le respondí. -Veras pequeña, hay ocasiones en la vida en que subir a un tren sin el equipaje, hace que este quede a muchos kilometros-. Si, mi equipaje no había quedado en la estación de Saiyū, este había sido olvidado al salir de Sirenia. Dejando de lado mi mala suerte, debía ingresar a este gremio. -Soy Kamijou Touma, acabo de llegar. ¿Qué debo hacer para entrar a este lugar?-. Es verdad, deberé vivir aquí desde hoy. Bueno, no se si exactamente aquí, pero en esta ciudad por lo menos. Por el momento no diré nada sobre magia, podre pasar desapercibido más fácilmente si hago eso, de no ser así deberé inventar alguna magia que se parezca a mi maldición.

Miro fijamente a la chica frente a mi, con temor saco de mi bolsa una libreta y un lápiz para redactar en una hoja en blanco lo siguiente:

"Mi nombre es Kanade, y he venido aquí con un solo propósito, y es el Unirme a este gremio, Me gustaría poder hablar con el Encargado, si no es mucha molestia"

Arranco la hora tranquilamente y se la entrego a la niña frente a mi, volteo a ver al chico de mala suerte y le sonrió amablemente, en otra hoja escribo:

"Espero que podamos ser amigos" - y se la muestro al chico, cuando me asegure que la leyó se la entregue a la niña.

Los ojos de Yutaka se posaron en la figura de quien dejara caer sus zapatos, que mancharon un poco el piso. Comienzo a creer que lo tuyo en lugar de ser mala suerte, simplemente es que... eres idiota. Intentó sonar seria pero no pudo evitar soltar una carcajada. Eres un tipo gracioso, Touma. Yo soy Yutaka Izumi. Uhm... deberías hablar con el maestro del gremio que... En ese momento una brillante calva se asomó dirigiéndose hacia los 3 jóvenes, aparentemente había estado pendiente de la conversación, el Mago Santo Jura Neekis. Parece que tenemos un nuevo aspirante, es un placer, Kamijou Touma-dono, soy Jura Neekis, maestro de este gremio y... pequeña de cabello plateado. En ese momento Yutaka vio como la chica junto a ella comenzaba a redactar algo en una libretita para luego arrancar la hoja y entregársela. Ya veo... ¿Pero por qué no hablas? ¿Acaso no tienes lengua? Se acercó mientras la chica estaba escribiendo nuevamente, acercándose lo suficiente a su cara como para que estuvieran a milímetros de chocar. Recibió la segunda nota. ¡Oh! Lo siento, el señor de aquí es el maestro, como ya se presentó y ¡claro que podremos ser amigos, Kanade! Eso sonó demasiado simple, se quedó pensando por unos segundos y le dio la espalda a los presentes. N-No es que esté desesperada por tener amigos ni nada, es sólo que... ehm... El maestro dejó salir una pequeña risa interrumpiendo a Yutaka, ahorrándole un momento un tanto incómodo y se dirigió a los dos recién llegados. Son perfectamente bienvenidos a este gremio, jóvenes. Ya con sello en mano se disponía a marcar a los que serían nuevos integrantes.

La pequeña de cabello claro había escrito algo dirigido hacia mi. "Ser amigos", considere a Misaka una amiga, no creo que sea algo malo. Aunque no entendía el porque no lo decía con palabras, sin pensar en la posibilidad de pensar si capaz era incapaz de hablar dije algo que podría haber parecido muy insensible. -Seguro, cuando necesites sólo llámame, de seguro tienes una hermosa voz-. Solo había creído que era sumamente tímida con todos.
Un hombre calvo y grande había aparecido en el lugar aceptándonos libremente. "¿Qué había sido eso?, ¿eso era todo?, ¿no hay ninguna iniciación?" Ciertamente parecía muy fácil, me ayudaba mucho a evitar una demostración y dar a conocer la verdad. Soy un simple 0. No pude evitar dar un suspiro de alivio. Esto parecía ser suerte para mi, lo que es muy extraño, seguramente un mago seria capaz de sentir magia en otros magos.  "¿Acaso nos estará probando?, ¿qué debo hacer?.. piensa Touma". Sólo llegue a la conclusión de no hacer ni decir nada. No podía preguntar "¿Ahora qué?" ya que sospecharían de mí. Aun así mi extraño comportamiento seria muy notorio, no sabia si quedarme todo el día en la puerta, seguir adelante, o retirarme.
No parecía darle mucha importancia al mago santo Jura, ya que sólo nos hizo una seña con la mano para acercarnos. -Kamijou Touma-dono, ¿dónde quiere su marca?-. Lo sabia, eso que traía en su mano debía ser parte de la iniciación. No podía arriesgarme a ser quemado así como así. -¿Qué piensa hacer con eso?-. ¿Lo arruine acaso? -Es muy gracioso Kamijou Touma-dono, es el sello mágico que indicara que es parte de este gremio- ¿Había dicho mágico? "Si el sello es mágico podría ser malo, si lo toco con mi mano desaparecerá. En ese caso deberé ponerlo donde no suela tocar con mi mano. ¿En el trasero?.. No seguro me tomarían de bufón y me pasaría como en Marmeid Heel. Debe ser bajo la ropa, es mas seguro pero.. hay 2 chicas presentes.. lo siento" Me levante la camisa y deje el pecho al descubierto indicando que lo colocada del lado izquierdo. -Ya eres parte de Lamia Scale-
Eso fue todo, ahora solo me tocaría entender el por qué me miró como suponiendo algo. Debió notar que no poseo magia, pero ¿por qué no dijo nada? -Pequeña de los letreros, ven-

Note al chico con mala suerte algo nervioso, ¿todo porque le iban a poner la marca? no, el le temía a algo mas... pero no puedo ni pensar a que... le pusieron la marca y se fue a sentar, el tipo calvo me dijo "Chica de los letreros, ven" creí haberles dicho mi nombre, pero bueno, me levante de la silla en donde estaba sentada y camine hacia el, y me quite la blusa, me di la vuelta y deje mi espalda al descubierto, le indique que la quería en la espalda y parece que me entendió, me la coloco y simplemente le sonreí en forma de agradecimiento. Ahora soy una maga perteneciente a un gremio... quien lo diría... a partir de hoy creo que tendré muchas aventuras... espero poder llevarme bien con todos... aunque no se los dije ... parece que leyeron mi rostro, porque la chica de cabello negro me miro y me sonrió.

Bueno, parecía que ahora había más novatos además de ella, lo cual la ponía un tanto feliz, había más personas aparte de ella que apenas comenzaban en un gremio y también parece que tenía alguien más con quien hablar. Se dirigió al maestro antes de que se retirara. ¿Estaré haciendo bien? Tomarme el hecho del Torneo con calma... ¿Debería entrenar? El maestro se giró hacia la pequeña y con tono amable le respondió. Lo mejor que puedes hacer es no precipitarte, si no te sientes segura de tus habilidades, no es porque seas débil. Si entrenar fortalecerá tu creencia en ti misma, hazlo. La inseguridad será tu peor enemigo. Dicho esto, dejó a los 3 magos. "¿Inseguridad? Si... esa es la sensación que tengo hace unos días, tengo miedo de fallar, miedo de ser débil,miedo de... Se quedó viendo al suelo en silencio, algo desanimada. Parecía que la joven de cabello plateado y el joven de cabello azul la estaban mirando.
Deprimirme no hará que la situación cambie, ¿verdad? Debo mantenerme con la frente en alto y tal vez sea conveniente entrenar un poco, ¡solo para estar segura! Un incremento de energía hizo que se emocionara de la nada, sus ojos ardían con determinación, las palabras de su maestro habían sido útiles. Debería pedirle a algún mago experto que me entrene pero... Ustedes dos, creo que no están al tanto, ¿verdad? Se dirigía a los chicos que no entendían nada desde la última palabra que cruzó con el maestro. Unos tipos malos secuestraron a los que antes eran maestros de gremios importantes, además del consejo mágico, y ahora quieren hacer un torneo en el que si ganamos los recuperaremos. Yo fui elegida para representar a Lamia Scale ¡No puedo mostrarme débil ante el mundo! Comenzó a buscar con la mirada por todos lados para ver si encontraba al cejón a Lyon o incluso a Toby para que la ayudaran, eran magos con experiencia. Esa tal Sherry que le había hablado del amor también podía ayudar, Cheria también.

No pude evitar desviar la mirada cuando la chica de los letreros se coloco el sello, pero tampoco puedo decir que no vi nada. Ocultando mi vergüenza preste mi atención a la pequeña frente a mi. -Yutaka-chan..- Me daba la libertad de llamarla como si fuera una gran conocida. Sin que pudiera terminar de hablar ella dio toda una explicación de lo que estaba a punto de preguntarle. ¿Malos?, ¿secuestraron a los maestro?-¿No eres sólo una niña?-. Poco después de terminar de decir aquello, sentí que mi vida podría terminar en este mismo momento a manos de Yutaka Izumi.

Sin entender absolutamente nada de lo que decían, me dedique a escuchar y a mirar a la chica de cabello negro, el tipo con mala suerte la llamo "Yutaka" supongo que ese es su nombre, "Al parecer una rara especie de locos secuestraron a los maestros de los gremios, ¿en que rayos estarán pensando? no... esa no seria la pregunta, la pregunta es, ¿porque? y ¿que ganarían con ello? pude ver la tristeza que invadía los ojos de Yutaka, con solo imaginar toda la presión que esta sobre ella, me dan ganas de llorar, ella no quiere pedir ayuda... pero la necesita... tal vez no seré muy fuerte, pero esta decidido, yo la ayudare, me levante y me puse frente a ella, le tome las manos y las junte con las mías, le solté una sonrisa amable y proseguí a abrazarla ... para después mover mis labios, aun no entiendo el porque lo hice, sabiendo que no podía emitir sonido alguno pero lo que mis labios dijeron fue : "No estas sola, yo te ayudare"

Un leve sentimiento de odio, aunque no completo, surgió dentro de Yutaka. Sintiendo la preocupación de Touma no podía dirigirse a el de forma hostil, aún así iba a responder de ese modo, cuando la joven de cabellos plateados se acercó, tomando sus manos y luego abrazándola. El enojo por haber sido llamada "niña" o que hayan usado el "chan" se disipó, siendo reemplazado por alegría. ¿Q-qué estás haciendo Kanade...? También podía darse cuenta que ella estaba intentando ayudarla, era extraño, dos personas que apenas había conocido se encontraban allí, dándole su apoyo. Se sonrojó por el abrazo y después de unos segundos de dudar lo devolvió. La felicidad podría llevarla a las lágrimas en aquel momento, pero no debía mostrarlas, al menos, no hasta obtener la victoria. Tenía el apoyo de su gremio, su... familia. Gracias. Sonrió mientras seguía sobre el rostro de Kanade.

El asunto parecía ser serio, ¿acaso el mago oscuro del cual no sabia nada tendría algo que ver?. Ciertamente me parecía que no debía ser el, ya que sólo me habían nombrado el caso de expulsar a los religiosos de la ciudad. Por otra parte, no conocía nada de aquí y tampoco de lo que estaba pasando. No había dejado pasar el hecho de que la pequeña se notara un poco irritada cuando le pregunte que si era una niña. No me respondío y me ignoro completamente, creo que fue gracias a Kanade, quien la calmo y me salvo la vida. Estoy a punto de decir algo suicida. -Pelea contra mi-. Fue sólo algo dicho por impulso, ella necesitaba usar su poder contra alguien, entrenar sola no seria muy buena idea, no sabia el daño que podría ser capaz de hacer. -Si me lograr dar, me levantaré hasta que lo necesites-. Perfecto, mi primer día en el gremio y ya buscaba pelea. "Excelente Touma, morirás en tu primer día como informante". Así es, si aceptaba mi propuesta iba a morir de seguro, no se de que sea capaz, pero siendo tan pequeña y estando aquí no debía ser nada débil.

Caminos alternativos:

termino el abrazo y me sonroje por el agradecimiento de mi compañera, cuando lo escucho "Pelea contra mi" el chico con mala suerte no solo dijo algo suicida, si no también una solución, me separe de ella y comencé a escribir rápidamente.

"El chico raro tiene razón, podemos ayudarte a entrenar, puedes practicar con nosotros, no te dejaremos sola, ni a ti, ni al gremio"

Cuando termine de escribir, le entregue la nota a ella, y me puse alado del chico, ¿Touma-kun? creo que así se llama...

Sus compañeros le ofrecieron su ayuda para que pudiera mejorar sus habilidades, no sería un entrenamiento experto, pero si serviría. Lo que más apreciaba era su gesto, no le era tan importante volverse super fuerte, sino volverse lo suficientemente fuerte para protegerlos.
Pues me parece bien, pero sepan que no voy a contenerme, de lo contrario, no habría esfuerzo y no funcionaría. Una sonrisa se dibujó en su rostro, dirigida a los dos magos novatos, como ella. Cuando vio a Kanade junto a Touma, se sintió algo celosa. "¿Por qué me pondría celosa? Eso no tiene sentido... además... ella acaba de... Nuevamente y como siempre, comenzaba a sumergirse en extraños pensamientos mientras sus mejillas se tornaban rojas.

Kanade había escrito algo lo cual no pude llegar a leer, que se lo entregó a Yutaka.
Luego de ofrecer nuestra ayuda Yutaka acepto afirmando que no se contendría. "Eso era lo que me temía, me matará en el primer entrenamiento. Eres un genio Touma, podrías estar acostado bajo un árbol descansando.. pero no.. tenias que ofrecerte como muñeco de prueba, ¿por qué no pude quedarme en silencio?, debo aprender a pensar antes de actuar" Ya estaba hecho, no podía dar un pasó atrás. Cuando Kanade se ubico junto a mi, Yutaka de repente pareció enfermar. -Yutaka-chan, ¿estas bien?-. Se había comenzado a poner roja de repente, por lo que camine hacia ella extendiendo mi mano derecha para poder así tocar su frente. Gracias a mi suerte, tenia el calcetín suelto, por lo que al pisar con mi otro pie, no pude evitar caer hacia ella. Al intentar sostenerme de algo por un simple reflejo, me vi sosteniendo la ropa que cubría sus caderas. "Esto me va a doler, se justificaría si diera una mirada. ¡Qué mala suerte!". Desaprovechando la oportunidad sólo cerré mis ojos evitando ver el doloroso y cercano futuro que se aproximaba.

Entrenamieto:

Estoy dispuesta a ayudar a mi querida yukata, sin dudar, aunque eso implique ser golpeada, creo que el chico con mala suerte... touma... se puso nervioso por ello, solté una pequeña risita y en eso vi como el chico cayo, al parecer se tropezó con su calcetín, quedando debajo de la falda de yukata ... lo ayude a levantarse y le sonreí, vi como yukata se enfureció y fue cuando me pare enfrente del chico, aun nose porque lo defendía si era algo que no me incumbía, le hice señas a Yukata dándole a entender que debíamos empezar a entrenar lo antes posible.

Por alguna razón el peliazul se estaba acercando a ella. Podía ver a Kanade libre otra vez, lo que la había relajado, pero en cuestión de segundos tenía a Touma colgando de su falda se bajó. Rápidamente se la acomodó luego de soltar un grito. El cadáver, es decir, el mago, había cerrado sus ojos pero nada asegura que no haya visto. Comenzó a desenvainar a Blu Rondine, pero antes de poder cortarlo en pedacitos Kanade se interpuso con sus brillantes ojos fijos en los de Yutaka. Kanade... Tienes razón, ya tendré mi oportunidad para destruirlo mientras estemos entrenando... por ahora te dejaré vivir. Comenzó a avanzar pasando junto a los dos. Cuando pasó a Kanade, que estaba parada en frente de Touma, tomó a este último por el cuello de su ropa, lo tiró al suelo y lo comenzó a arrastrar fuera de las puertas del gremio. Vamos, Kanade. Aún es temprano y tenemos muuucho que hacer. Una sonrisa malévola podía ser vista en su rostro, parecía que Touma la pasaría muy mal.

Entrenamiento: