Pesadilla, dudas, ¿posible reflexión? (privado)

por **Kida Edesa** Mar 24 Sep - 18:09

Luego de despertar totalmente alterada, por ese sueño, pesadilla, o lo que fuese que haya tenido, no podía pensar con claridad, lo único que rondaba en mi mente mientras caminaba por la ciudad sin rumbo fijo es ¿por qué después de tanto tiempo?, ¿cómo es que siempre tiene manera de regresar de entre mis recuerdos?, me detengo repentinamente, e intento tranquilizarme además de convencerme de que fue una pesadilla, una mala jugada de mi mente al traer un recuerdo triste, debo recordar lo que me dijo May apenas le conté, lo sucedido, -“No fue tu culpa, mi niña, ella, como madre solo cumplía su deber de proteger, lo más preciado que tenía en la vida que eras tú, doy fe en que si ella estuviese aquí contigo y esa situación volviese a pasar lo volvería ha hacer ya que te amaba y seguro que aun lo haces donde quiera que se encuentre, además ella quisiera que fueses feliz, que sonrías a diario, que hagas amistades, que encuentres el amor, es decir que vivas una grandiosa e interesante vida, por lo que a mí respecta me gustaría que te secases esas lagrimas de cocodrilo que tienes en tu rostro porque si no lo haces no tendrás helado de postre y no te dejare conservar al tigre ¿entendido?”;-respirando profundamente, comienzo a sentirme mejor, aunque no del todo ese sabor amargo del mismo recuerdo aun circulaba dentro de mí pero al menos, el recuerdo de esas palabras, me reconfortaron parcialmente, al relajarme algo noto como algunas personas se habían detenido, solo para mirarme totalmente extrañados de esa pequeña y extraña escena que estaba haciendo, para que dejan de mirarme de esa forma lo único que digo es -Bueno,se que, miran con cierta curiosidad o preocupación,aunque si es lo último, solo quiero decirles que no tiene por qué preocuparse, y si es lo primero les aviso que lamento haber dando esta escena tan desagradable para la mayoría, por favor si son tan amables regresen a sus actividades-cuando termino , y me voz deja de resonar fervientemente en el aire, siento que mis mejillas estallaban en una furia, colérica de nervios iracundos por haber dicho eso intentando ser lo más amable posible, para que las personas no se sientan ofendidas ni nada por el estilo, para los curiosos que pasaban por el lugar, deteniéndose para ver mi rostro que parecía petrificado ,remontaron su recorrido o actividad del día, mientras mientras esto pasaba yo continuaba,enfrascada, en mis propios pensamientos, sin sacarme la idea de la mente del porque su nombre, y todo lo que a él conlleva vino a mí, ¿el destino querrá decirme algo? O será ¿que el pasado me persigue?, sea lo que sea no me quedare quieta hasta descubrir lo que pasa; la cuestión es por ¿dónde empezar?,¿Hacia donde debía dirigirme? O ¿preguntar?

por **Kida Edesa** Miér 25 Sep - 19:41

Asique lo único que se me ocurrió es ir a la plaza de Magnolia, solo a aclarar mi mente a acomodar mis ideas para comenzar, luego de caminar un tiempo largo ya que me había perdido, y eso que era raro ya que no solía perderme con facilidad pero ese día era la excepción, al llegar a la plaza me siento en una de las hamacas, comenzando a mecerme lentamente, cerrando los ojos,mientras pongo mis manos en mis mejillas digo–Lo…lo siento mucho, mamá-las lagrimas se hacen nuevamente presentes,al parecer el hacer eso seguido me hacía sentir como si fuese débil, en eso una voz de una mujer se hizo presente –Las jovencitas lindas como tú no deberían estar triste, vamos, sea lo que haya pasado,debes seguir adelante,no te dejes abatir por ese problemaera una señora mayor,con varias bolsas secándome las lagrimas rápidamente, avergonzada por este otro espectáculo que estaba montando –yo…es muy amable de su parte lo que me dice señora y se lo agradezco, seguro que sus hijos y nietos han de escucharla mucho- le sonrió intentando disimular mi preocupación y tristeza, pero fue inútil, a pesar de su aspecto de ingenuidad, amabilidad y dulzura,la señora que se llamaba Amelia aunque la presentaciones entre ambas no se daban aun;-Mi familia no me presta atención,solo soy un estorbo, pero intento vivir lo mejor que puedo,intentando no amargarme por ello-la venerable anciana hace un alto para respirar profundamente cuando exhala dice-Así como yo intento vivir una vida plena,a mis 85 años,tu deberías hacer lo mismo, así que cambia ese seño fruncido, y gestos de preocupación, vamos dale a esta anciana una sonrisa dulce–haciendo caso a lo que la señora dice saco todo gesto de aflicción,aunque la angustia aun estaba dentro de mí, pero no era tan grande como lo era minutos antes de que la señora comenzara a hablarme-Gracias señora, me ha ayudado mucho-la señora me mira, con cara de gratificación y orgullo al ver que había mejorado un poco mi aspecto -vuelves a agradecer y te golpeo con el pan-señalando una tira de pan largo –Mi nombres es Amelia, ¿cómo te llamas mi niña? Espero que no te parezca un aprovechamiento de mi parte pero ¿me ayudarías con las bolsas del mercado?, están muy pesadas,las pude traer hasta aquí arrastrándolas prácticamente- mientras escucho atentamente a lo que me pregunta y cuenta la señora digo -sí, claro seria un placer el poder ayudarla- me levanto de la hamaca, tomo las bolsas que había dejado Amelia a un costado, al levantarlas, me doy cuenta de que estaban lo suficientemente pesadas, me sorprendió mucho el hecho de saber que la amable señora pudo traerlas hasta aquí, ya sea arrastrándolas o levantándolas; pero antes de emprender el camino al hogar de la dulce anciana digo –Que descortesía la mía, aun no he dicho mi nombre- suspiro levemente –Mi nombre es Kida- luego de decir todo eso, comenzamos a caminar;en el trayecto del parque a la casa de Amelia que fue un trayecto lo bastante largo, la mujer me iba contando todo lo que hizo durante toda su vida, al principio resulto interesante, el escuchar cómo se abrió paso ante las negativas y reproches por parte de sus padres por estudiar , para ser enfermera, y cosas por el estilo,-Faltan un par de cuadras, ya casi llegamos- dijo con cierta tranquilidad, ese comentario provoco en mi,un alivio enorme ya que las bolsas que cargaba estaban realmente pesadas,pero aun así seguí caminando en compañía de Amelia, unos minutos más.

por **Kida Edesa** Jue 26 Sep - 21:38

Creyendo que eran un par de calles, noto que son un poco más que un par para ser más precisa, fueron 12 calles y las más largas, pesadas y lentas de toda mi vida, pero lo único bueno en todo ello es que dentro de poco se terminaría todo eso, pero al llegar a la casa de la anciana esta dice –Bueno, hemos llegado, gracias por tu ayuda, sin ti hubiese tardado mucho más tiempo, en llegar a casa, ven, entra a mi casa, te invito un té, así me cuentas por que estabas llorando en el parque- la miro extrañada, por el simple hecho de que nunca pensé que se interesaría en mi, o por lo menos en mi problema, lo cual me resulto curioso, además de extraño en eso se escucha –¡KIDA¡,¿bienes o no a tomar un poco de Té?- reacciono al escuchar nuevamente a Amelia –oh, sí claro, me gustaría, tomar té con usted señora- viendo como Amelia abre la puerta,observo que me hace un gesto para que entrara cosa que hago claro está que con las bolsas en mano luego de pasar el umbral de la puerta contemplo con asombro la gran cantidad de cosas que tenía en ese lugar parecía un museo, adentrándome más en la casa , me volteo en dirección a la señora –disculpe, ¿en donde dejo las bolsas?- La anfitriona cierra la puerta, echándole llave pero dejando las llaves puestas, se voltea y dice –Déjalas en donde quieras pequeña - dejo las bolsas en un rincón, veo a algo de gran tamaño, que estaba cubierto por una sabanas, estas al parecer en un tiempo solían ser blancas, pero el fin el color y lo que cubría al objeto no era de mi importancia, ya que no me interesaba en lo más mínimo, acercándome lo suficiente como para tomar las sabanas y de un solo tirón , para saber lo que era, pero antes de poder hacer todo eso me tocan el hombro , me volteo era Amelia -Querida, el te está listo- para mí esa fue una gran sorpresa ya que no me había percatado, de que ella dirigió a la cocina a hacer el té, me hizo un gesto para que la siga, la sigo sin decir ni una palabra, aunque sin dejar mi curiosidad, de lado, nos sentamos y la dueña de casa vuelve a hablar pero esta vez, su voz era más profunda y seria –ya estamos aquí, me dirás ¿Por qué llorabas?, y no me vengas con el cuento de que te golpeaste, te caíste o estas depresiva - en ese momento no parecía la dulce anciana del parque, pero debía responderle, lo único que digo –No es nada de eso, el motivo por el que lloraba es porque cargo con ciertos recuerdos que me ponen triste, digamos que son las cruces con las que cargo- dicho eso guardo silencio, mientras tomo la taza para tomar el té. -¿estás segura que no quieres decirme más nada?, ¿qué es solo eso?- después de dar unos cuantos sorbos a la taza la dejo en la mesa, ya un tanto incomoda, debido a las preguntas iniciales y a las que vinieron después que no quiero recordar, ella se percata de ello y solo me dice –Mejor no preguntare mas nada, pero vi que tenias curiosidad por el espejo Abha, puedo enseñártelo si quieres claro - ambas nos levantamos y vamos hacia lo que estaba debajo de las sabanas, las cuales caen al suelo después de que Amelia las sacara con cierta delicadeza, era un espejo antiquísimo, de madrea de roble bien tallado, sus bordes eran de un dorado hermoso, extrañamente Amelia quería que me pusiera frente a él, hubo algo que me decía que no lo hiciera y de hecho no lo hice lo único que pude hacer es saludar amablemente a la señora y retirarme de su morada pero lo último que escucho de su parte es - Nos volveremos a ver más pronto de lo que crees mi niña- Mientras opto por salir apresuradamente

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