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La odisea de Haru [Privado]

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La odisea de Haru [Privado] Empty La odisea de Haru [Privado]

Mensaje por Invitado Vie 27 Sep - 23:49

Luego de que durmiera en la rama de aquel árbol, se despertó cuando al moverse terminó cayendo de las ramas al suelo, rodando para calmar el dolor. Entonces se limpió y partió con prisa a buscar le estación a la que llego un momento antes de que el tren partiera de Sirenia, tuvo mucha suerte de no ser descubierta, ya que volvía a ser un polizón en el tren, que según la peliazul, iba a Magnolia. Opto por quedarse pensando encima de las cajas que se encontraban en ese vagón, que sí no estaba mal, era el vagón de carga. Se encontraba echada encima de dos cajas de gran tamaño, en un costado se apreciaba un cartel puesto ahí que decía “Frágil”, pero la maga ignorando eso, iba acostada con la vista en el techo del vagón.
Cerró los ojos un momento, mientras dejaba que su mente viajara a recuerdos sobre lo sucedido desde que salió de Magnolia, para meditar algunas cosas, que no había tenido la oportunidad de hacerlo. Aquella ciudad, Onibus, dónde se encontró con su sensei… “¿Qué hacía sensei en esa ciudad? No me dejo preguntarle nada, además… esa expresión en su rostro cuando caminábamos, parecía haber visto algo que la hizo preocupar y… estoy segura que cuando partía de Onibus… tuve una sensación similar a la primera vez que lo vi”, pensaba pero de pronto abrió los ojos con el ceño fruncido, su mano derecha, la cual estaba al borde derecho de la caja, apretó con fuerza, un acto reflejo, que quebró la madera de la caja, provocando un ruido sordo.
Haru noto aquello cuando un pinchazo de la astilla de la madera, cosquilleo en su mano y al virar el rostro, efectivamente su mano apretaba un pedazo de la caja, la cual estaba hecha añicos. Rápidamente abrió su mano, retirándola de aquel borde que estaba destrozado. -Qué mal… me reñirán sí se dan cuenta -murmuró lamentándose, cuando la puerta de aquel vagón fue abierta. El miedo se apoderó de la joven maga quien no sabía qué hacer, pero sumida en el nerviosismo y al ser una acción no pensada, solo se hizo bolita encogiendo su tamaño y cubriéndose la cara con las manos.
-Soy invisible, soy invisible... -se repetía constantemente y con un hilillo de voz, mientras los pasos de la persona que había entrado se escuchaba más cerca, de pronto los pasos cesaron. “¿Ya se habrá ido? No escucho sus pasos”, pensó cuando escucho como alguien se aclaraba la garganta, entonces separó un poco los dedos para que la dejaran ver, con cuidado se asomó al borde que tenía en frente y miró hacia abajo. Lo primero que vio fue a un guardia cruzado de brazos mirando arriba, a ella. -Señorita, sería tan amable de bajar de ahí -dijo molesto, mientras tanto las mejillas de Haru se teñían de rosa en vergüenza, y se lamentaba el no haber sido invisible. -¿Ya llegamos a Magnolia? -pregunto con una sonrisa apenada, intentando cambiar la expresión en el rostro del guardia que la intimidaba, buen intento Haru.

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La odisea de Haru [Privado] Empty Re: La odisea de Haru [Privado]

Mensaje por Invitado Sáb 28 Sep - 0:03

Al parecer la pregunta hecha solo ocasionó más enfado en el guardia quien solo frunció más el entrecejo, curvando la boca en sentido de molestia. No pasó mucho tiempo hasta que la maga, rendida y avergonzada descendió de un salto de encima de las cajas, delante del guardia, entonces comenzó a hacer reverencias a modo de disculpa, muchas reverencias exageradas, pero que no surtieron efecto en el guardia.  -Debe acompañarme, se coló dos veces en el tren, en la estación de Fedoria se le reportara para que la sancionen -informó, mientras los labios de la peliazul formaba una perfecta “O”, para luego… deprimirse, quedando de rodillas en el suelo, cubierta de un aura oscura.
Al parecer le afectaba que la sancionen y quien sabe qué cosas se le prohibirían, tal vez hasta le cobren una multa y no la dejen entrar al tren otra vez, eso parecía preocuparla… -Fe-Fedoria… estaba segura de que iba a Magnolia… ¡No puede ser! -lloriqueo la peliazul, revelando el por qué de su depresión. ¡Eso era lo que la deprimía y preocupaba! Pero qué chica… bueno, el tren se detuvo y el guardia, solo negó con la cabeza a la actitud extraña de esa joven, dio media vuelta y se dirigió a la salida del vagón. -Sígame, ¿entendido? -dijo mientras avanzaba. Haru se limpió las lágrimas y lo siguió, estaba molesta, triste y confundida, pero esperaba que el guardia la ayudara a llegar a Magnolia.
“¿Sanción? Me pregunto a qué se refería con eso… en fin, no estoy en Magnolia, qué mal”, se lamentaba siguiendo al guardia por los vagones. Atravesaron un vagón, donde algunos pasajeros bajaban, pero en el segundo ellos también bajaron, entonces el guardia empezó a dirigirse a las oficinas, donde reportaría lo que la joven maga había hecho, viajar gratis dos veces seguida. Haru caminaba observando todo alrededor, la estación era diferente a la de Onibus y Sirenia, tenían detalles que le llamaban la atención. Una sonrisa adorno su rostro al ver a dos niños corretear, uno persiguiendo al otro… de pronto la sonrisa en su rostro se borró, mientras se quedaba estática.
A lo lejos un joven de cabellos marrones algo alborotados, con ojos del mismo color los cuales se movían curiosos, parecían buscar algo, al captar lo que buscaba una sonrisa se adueñó de su rostro y empezó a moverse. Era ajeno a la mirada chocolate de la maga peliazul quien no se movía, pero… su labio inferior empezó a temblar ligeramente, al igual que su cuerpo, sus manos temblaban... Un cosquilleo en su interior, algo como una sensación de ansiedad, un burbujeo de su ser subconsiente. Sus ojos se cubrieron por su flequillo, sus manos se apretaron en un puño, su cuerpo dejo de tiritar. -Ashiro -murmuró con voz lúgubre, cargada de odio absoluto y todo se volvió oscuro para Haru.

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La odisea de Haru [Privado] Empty Re: La odisea de Haru [Privado]

Mensaje por Invitado Sáb 28 Sep - 3:47

-¡ASHIRO! -se escuchó el grito que dio la maga, los transeúntes se detuvieron al escuchar, y la persona de la cual había sido pronunciado su nombre con tanto odio se detuvo a mitad de su camino, volteaba el rostro para ver quien lo llamaba. Pero solo recibió un puño en el rostro que lo mando directo a una pared de la estación, la de la derecha, donde resquebrajo la estructura y una capa de polvo se desprendía. El joven pelimarrón escupió sangre al piso, mientras caía de rodillas, ya separado de la pared, eso no se lo había esperado.
La gente se alocó, empezaron a moverse, pareciendo huir, pues sabían que una pelea se libraría. Al alzar la vista el joven vio a la peliazul acercarse a paso lento, desde dónde él, momentos antes, había estado. Sus ojos estaban opacos, tenía las manos en puños y sus pasos eran firmes. Había cambiado, era lo mismo que vio ese día, luego de que hiciera algo que se lamentaba mucho. -Ha-Haru… deten-detente -pidió, intentándose poner de pie, Ashiro se rehusaba a volver a usar en ella su magia, pues consideraba que ya mucho daño le había ocasionado.
“¡Hotaru! ¡¿Dónde está esa vieja cuando se la necesita?!”, se preguntaba empezando a buscarla con la vista desesperadamente, pues la peliazul ya estaba a cinco pasos de él. La maga alzo la mano con la palma abierta, mostrándosela al joven, en su rostro se dibujó una sonrisa sádica y su mano se volvió puño, como quien diciendo con esta mano te golpeare, aunque claro, esto era en sentido literal. Haru se dispuso a cerrar los pasos hasta el joven ojimarrón pero este alzo la mano y un círculo mágico se dibujó a los pies de la peliazul deteniéndola centímetros antes de que su mano impactara con el rostro sangrante de Ashiro.
Un potente grito de desesperación mesclada con odio salió de la garganta de la joven maga, sus achocolatados ojos fulminaban a Ashiro, quien solo bajo la cabeza triste. Haru había perdido todo control de su cuerpo. -¡Los mataste! ¡No te lo perdonare, nunca! ¡No descansare hasta verte mu…! -de pronto la peliazul calló, se desplomaba al piso pero el joven de cabellos marrones la sostuvo entre sus brazos. Viendo su rostro relajarse y fundirse en el sueño, mientras sentía como su corazón se oprimía ante las palabras que había dicho la joven, era como aquel día, idéntico, pero esta vez no había muertos que lamentar.
-Quita esa cara, ella no sabe la verdad por eso reacciona así -trato de consolarlo Hotaru, pero vio que era inútil, las palabras de su pupila lo habían herido profundamente. -¿Y cuándo piensas contárselo? Lo ocurrido, el por qué de todo lo que paso -respondió el joven, mientras intentaba ponerse de pie cargando el cuerpo de la maga, algo que no pudo hacer. La mujer de cabellera purpura, miro al suelo, los escombros pequeños de la pared, luego se agacho y tomo en sus brazos a la peliazul. -Lo físico nuca ha sido lo tuyo, ¿también te cargo? -pregunto en son de broma, pero no recibió respuesta más que gimoteos lastimeros, aquel golpe debió doler mucho… pero… algo curioso era que la sensei de Haru la conocía perfectamente, estaba segura de que sí ella hubiera querido lo hubiera matado, siendo la pregunta… por qué no lo hizo.
Los ojos azules de la mujer la observaron un momento, mientras subía al tren que partiría a Magnolia, camino por los pasillos y en un asiento la sentó, dejando que su cabeza reposara en la ventana. Un golpe en la parte baja de la nuca había bastado para dejarla sumida en el sueño, Hotaru aprendió eso cuando era más joven, en los entrenamientos. Dio un suspiro y la observo una vez más antes de caminar a la salida, dejándola dormir, pero cuando iba saliendo, vio a Ashiro subiendo dirigiéndose a la joven maga. La mujer lo sujeto de un brazo tirando de él. -¡Auch! Suéltame, déjame ver sí está bien -reclamaba el chico, pero la ojiazul no lo libero, lo arrastro fuera del vagón que el tren ya partía.
-Nosotros nos encargaremos de los daños y problemas que ocasionó, así que no te dejes porque no te deje despedirte -se justificó la mujer, asintiendo con la cabeza a todo lo que decía, por otro lado el pelimarrón veía como el tren se alejaba, llevándose a Haru lejos de él. -Tengo que solucionar lo de Mizore, cuanto antes, para poder decirle toda lo ocurrido y… que ya no me odie -musito Ashiro, mientras agachaba la mirada al pavimento. Hotaru lo miro triste, pero dio media vuelta y se acercó a los guardias, buscaría una forma de solucionar el lio armado por Haru.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Tema finalizado.

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La odisea de Haru [Privado] Empty Re: La odisea de Haru [Privado]

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