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Misión: El Señor de los Dulces Cambiantes
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Misión: El Señor de los Dulces Cambiantes
Layla caminaba tranquilamente en dirección a la ciudad de Acalypha, la razón era que había tomado una misión y ese era su destino, mientras caminaba tarareaba una canción de las muchas que conocía para que el tiempo pasara mas rápido ya que el viaje a ese lugar duraba alrededor de un día y lo consideraba demasiado tiempo, miraba el paisaje a su alrededor el cual era muy bonito y le ayudaba a distraerse. A pesar de que no había nadie a su alrededor se detuvo un momento para echar otro vistazo y asegurarse de no oír ninguna clase de pasos, al estar totalmente segura continuo su camino pero esta vez comenzó a cantar una dulce y suave melodía la cual hablaba sobre el hilo rojo del destino, un hilo de color rojo invisible que esta atado en el dedo meñique de cada persona y en el otro extremo esta aquella con quien estaba destinada a estar, puede tensarse y enredarse pero nunca podrá romperse.
Al terminar de cantar la Dragon Slayer del Rayo comenzó a pensar quien estaba en el otro extremo de su Hilo Rojo del Destino.-¿De verdad existirá el Hilo Rojo del Destino...?-Con ese pensamiento en su mente continuó cu camino hasta ya pasadas unas cuantas horas, según sus cálculos ya faltaban tan solo dos o tres horas mas de caminata, aunque ya estaba harta de solo caminar. Mostró una leve sonrisa y fijó su vista en el horizonte, entonces comenzó a correr con todas sus fuerzas dejando tras de sí una leve estela de humo mientras ya pasados varios minutos comenzó a divisar su objetivo y con un último impulso llegó deteniéndose justo a tiempo en la entrada del pueblo, se apoyó en sus rodillas mientras descansaba unos segundos y recuperaba el aire, le encantaba correr pero como cualquier persona se cansaba.-Ahora...solo debo...encontrar al...cliente...-Y así emprendió marcha adentrándose a las calles de Acalypha.
Al terminar de cantar la Dragon Slayer del Rayo comenzó a pensar quien estaba en el otro extremo de su Hilo Rojo del Destino.-¿De verdad existirá el Hilo Rojo del Destino...?-Con ese pensamiento en su mente continuó cu camino hasta ya pasadas unas cuantas horas, según sus cálculos ya faltaban tan solo dos o tres horas mas de caminata, aunque ya estaba harta de solo caminar. Mostró una leve sonrisa y fijó su vista en el horizonte, entonces comenzó a correr con todas sus fuerzas dejando tras de sí una leve estela de humo mientras ya pasados varios minutos comenzó a divisar su objetivo y con un último impulso llegó deteniéndose justo a tiempo en la entrada del pueblo, se apoyó en sus rodillas mientras descansaba unos segundos y recuperaba el aire, le encantaba correr pero como cualquier persona se cansaba.-Ahora...solo debo...encontrar al...cliente...-Y así emprendió marcha adentrándose a las calles de Acalypha.
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Re: Misión: El Señor de los Dulces Cambiantes
Pasados ya unos minutos y haber recorrido varias calles soltó un pequeño gruñido mientras continuaba con la busqueda del cliente, pero había algo muy extraño, en todo el tiempo que había estado reconociendo el lugar había visto a muy pocos niños. Mientras rebuscaba en sus pensamientos donde podría estar el cliente escuchó un grito unas calles mas adelante, se apresuró hasta llegar a la fuente y lo que vio le dejó sumamente impresionada, un niño de alrededor de ocho años de edad reía mientras caminaba perfectamente por las paredes de las casas y su madre gritaba su nombre con desesperación rogando para que volviera al suelo."¿¡Que clase de hechizo tienen esos dulces!?"Antes de poder pensar en algo mas el pequeño de cabellos castaños caminó por la pared de una casa de tres pisos de altura hasta llegar casi al tejado.-¡¡Loki, baja de ahí por favor, el efecto se puede acabar en cualquier momento!!-Justo después de decir eso el encantamiento comenzó a desvanecerse y el pequeño comenzó a hacer gestos como si estuviera perdiendo el equilibrio.
La Dragon Slayer del Rayo reaccionó a tiempo y se paro en el lugar en donde el niño iba a caer, y tal como lo planeó atrapó a este con sus brazos evitando que sufriera algún daño.-Gracias, muchas gracias.-La mujer la cual poseía el mismo color de cabello que su hijo tomó a este en sus brazos.-No fue nada, disculpe, necesito preguntarle algo, ¿usted sabe quien es el señor Komane?-Al recibir una respuesta positiva no puedo evitar dar un par de brincos de alegría para sorpresa de ambas personas.-¡En ese caso necesito que por favor me lleve con él, andando!-Con un animo muy elevado la Dragon Slayer, la mujer y su hijo comenzaron a caminar en dirección al lugar donde estaba el cliente.
La Dragon Slayer del Rayo reaccionó a tiempo y se paro en el lugar en donde el niño iba a caer, y tal como lo planeó atrapó a este con sus brazos evitando que sufriera algún daño.-Gracias, muchas gracias.-La mujer la cual poseía el mismo color de cabello que su hijo tomó a este en sus brazos.-No fue nada, disculpe, necesito preguntarle algo, ¿usted sabe quien es el señor Komane?-Al recibir una respuesta positiva no puedo evitar dar un par de brincos de alegría para sorpresa de ambas personas.-¡En ese caso necesito que por favor me lleve con él, andando!-Con un animo muy elevado la Dragon Slayer, la mujer y su hijo comenzaron a caminar en dirección al lugar donde estaba el cliente.
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Re: Misión: El Señor de los Dulces Cambiantes
Pasados unos minutos llegaron a la residencia del cliente, o al menos ese fue el lugar al que le condujo la mujer, esta se acercó a la puerta y tocó tres veces mientras tenía a su hijo tomado de la mano y esperaban una respuesta desde el interior, los segundos pasaban y la Dragon Slayer había comenzado a impacientarse y golpeaba levemente el suelo con su pie derecho. Cuando creyeron que no había nadie en el interior el ruido de algo rompiéndose captó la atención de la pelinegra para segundos después ver como un hombre abría la puerta, salía de la casa y la cerraba de golpe, a este se le notaba bastante agitado ya que se aseguró de que la puerta estuviese bien cerrada, después de hacer eso se volteó a ver a los presentes y se arregló un poco su cabello el cual era de color azul muy oscuro y corto.-Lo siento, estoy un poco ocupado, ¡oh! Hola Rea, ¿a quien traes contigo?-La mujer cuyo nombre Layla ahora sabía que era Rea le explicó a Komane que lo había buscado ya que la Dragon Slayer lo había estado buscando, habiendo cumplido su labor Rea se retiró a su hogar despidiéndose con amabilidad de la chica y el hombre. Este último miro a la la maga con algo de duda.-¿Me estabas buscando a mi? Bueno, que necesitas.
La pelinegra estaba a punto de hablar cuando de pronto algo golpeó la puerta con fuerza y Komane empujó esta con fuerza para evitar que algo saliera desde el interior.-¿Que pasa?-Obtuvo su respuesta cuando el cliente se apartó de la entrada y esta se abrió con algo de brusquedad y se asomó un niño con el mismo cabello que Komane que por su aspecto reflejaba unos diez o once años.-¡Hirano, no salgas de casa!-Pero el niño no hizo caso y salió rápidamente de la casa dejando al hombre con las palabras en la boca.-Tontos dulces, hace unas horas atrás se comió uno y adquirió una fuerza superior a la mía...-La Dragon Slayer solo observaba.-Señor Komane, me llamo Layla Bluestorm y tomé el trabajo para convencer a ese hombre de que deje de venderle esos dulces mágicos a los niños.-Había dicho esas palabras con una gran determinación mientras que el cliente solo aún miraba en la dirección en la que se había ido el niño, su hijo.-Por favor, resuelve esto lo mas rápido que puedas, si algo malo llega a pasarle a cualquiera de mis tres hijos no me lo perdonaría, y mi esposa tampoco...-Después de mencionar a su esposa el sujeto sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.-¡No se preocupe señor! Arreglaré este problema lo mas rápido que pueda-La maga de Fairy Tail comenzó a caminar en una dirección hasta que segundos después sintió al cliente decir algo.-Eh...es hacia el otro lado.-Con una sonrisa algo avergonzada la pelinegra emprendió rumbo a las afueras de la ciudad, en donde estaba ese sujeto al que tenía que detener.
La pelinegra estaba a punto de hablar cuando de pronto algo golpeó la puerta con fuerza y Komane empujó esta con fuerza para evitar que algo saliera desde el interior.-¿Que pasa?-Obtuvo su respuesta cuando el cliente se apartó de la entrada y esta se abrió con algo de brusquedad y se asomó un niño con el mismo cabello que Komane que por su aspecto reflejaba unos diez o once años.-¡Hirano, no salgas de casa!-Pero el niño no hizo caso y salió rápidamente de la casa dejando al hombre con las palabras en la boca.-Tontos dulces, hace unas horas atrás se comió uno y adquirió una fuerza superior a la mía...-La Dragon Slayer solo observaba.-Señor Komane, me llamo Layla Bluestorm y tomé el trabajo para convencer a ese hombre de que deje de venderle esos dulces mágicos a los niños.-Había dicho esas palabras con una gran determinación mientras que el cliente solo aún miraba en la dirección en la que se había ido el niño, su hijo.-Por favor, resuelve esto lo mas rápido que puedas, si algo malo llega a pasarle a cualquiera de mis tres hijos no me lo perdonaría, y mi esposa tampoco...-Después de mencionar a su esposa el sujeto sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.-¡No se preocupe señor! Arreglaré este problema lo mas rápido que pueda-La maga de Fairy Tail comenzó a caminar en una dirección hasta que segundos después sintió al cliente decir algo.-Eh...es hacia el otro lado.-Con una sonrisa algo avergonzada la pelinegra emprendió rumbo a las afueras de la ciudad, en donde estaba ese sujeto al que tenía que detener.
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Re: Misión: El Señor de los Dulces Cambiantes
Layla miró al cielo, aún quedaban alrededor de tres o cuatro horas para que comenzara el atardecer y ya había llegado a las afueras de Acalypha mientras buscaba a su objetivo con la mirada, fue entonces que a lo lejos pudo ver a una niña con alas de mariposa y a un chico cuyo cabello cambiaba continuamente de color, se acercó a estos ya que podían decirle la ubicación exacta del hombre.-Disculpen, ¿podrían decirme donde esta el señor que les da los dulces?-Los pequeños lo pensaron por unos segundos y al dar sus respuestas cada uno apuntó en una dirección diferente, la maga se dio un pequeño golpe en la frente mientras finalmente optó por hacerle caso a la niña con alas de mariposa.
Dio un salto de alegría al notar a lo lejos a un hombre rodeado de niños y le ofrecía caramelos a todos y cada uno de los pequeños, la Dragon Slayer se acercó más hasta estar tan solo a unos cuatro metros de distancia, ahora que lo pensaba no sabía exactamente que decir. “¿Debería decirle solo que deje de darle dulces a los niños? No creo que sea tan fácil...” Se lamentó en no haber pensado en eso antes.
Dio un salto de alegría al notar a lo lejos a un hombre rodeado de niños y le ofrecía caramelos a todos y cada uno de los pequeños, la Dragon Slayer se acercó más hasta estar tan solo a unos cuatro metros de distancia, ahora que lo pensaba no sabía exactamente que decir. “¿Debería decirle solo que deje de darle dulces a los niños? No creo que sea tan fácil...” Se lamentó en no haber pensado en eso antes.
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Re: Misión: El Señor de los Dulces Cambiantes
Después de ya unos segundos de pensar en qué decir muchos de los niños que habían estado cerca del hombre se retiraron para ir a jugar con sus recién adquiridos nuevos poderes mágicos tales como cambiar el color de pequeños objetos con tan solo tocarlos, levitar a unos dos metros del suelo entre otras cosas, la Dragon Slayer entonces se acercó mas al sujeto quien era un hombre de varias canas en su cabello el cual se debatía entre el gris oscuro y el color blanco, ojos también grises mientras que su vestimenta consistía en unos pantalones negros y un suéter de color crema.-Ejem...señor, necesito hablar con usted.-Al hablar al parecer el hombre mayor no le escuchó ya que aún observaba la ciudad con un aire algo melancólico, la pelinegra entonces se acercó mas hasta estar tan solo a un metro de distancia.-Señor, ¿me escucha...?-Pasados unos segundos el hombre se volteó tranquilamente a ver a la maga de Fairy Tail y mostraba una sonrisa amable.-Dime pequeña, ¿que necesitas?-La chica sentía que ese sujeto no podía ser malo.-Le pido que deje de darles esos dulces magicos a los niños, los padres están preocupados porque temen que les pueda pasar algo malo a sus hijos si alguno de los poderes se sale de control.-El anciano ladeó un poco la cabeza mientras miraba al cielo y pensaba en lo que la joven maga le había dicho.
Pasaron un par de segundos hasta finalmente el hombre dio su respuesta.-No puedo, mis dulces y trucos no le harían daño a nadie, además los padres de este lugar son demasiado estrictos con sus hijos y yo solo les proporciono la diversión que se les es negada, están en la edad de la diversión y eso es algo que no se volverá a repetir.-Layla al oír la respuesta trató de reprochar aunque en parte el misterioso anciano tenía razón, pero no podía permitir que algo como lo que le había pasado al hijo de Rea volviera a repetirse.-Hace alrededor de dos horas atrás un niño que podía caminar por las paredes perdió el efecto cuando estaba caminando por la pared de una casa de tres pisos, de no haber sido por mi o su madre estaría muerto.-Al escuchar eso el anciano le miró fijamente por unos segundos con una notoria sorpresa reflejada en su rostro, ¿de verdad sus dulces que se supone debían llevar felicidad y diversión casi le habían costado la vida a u niño?
Pasaron un par de segundos hasta finalmente el hombre dio su respuesta.-No puedo, mis dulces y trucos no le harían daño a nadie, además los padres de este lugar son demasiado estrictos con sus hijos y yo solo les proporciono la diversión que se les es negada, están en la edad de la diversión y eso es algo que no se volverá a repetir.-Layla al oír la respuesta trató de reprochar aunque en parte el misterioso anciano tenía razón, pero no podía permitir que algo como lo que le había pasado al hijo de Rea volviera a repetirse.-Hace alrededor de dos horas atrás un niño que podía caminar por las paredes perdió el efecto cuando estaba caminando por la pared de una casa de tres pisos, de no haber sido por mi o su madre estaría muerto.-Al escuchar eso el anciano le miró fijamente por unos segundos con una notoria sorpresa reflejada en su rostro, ¿de verdad sus dulces que se supone debían llevar felicidad y diversión casi le habían costado la vida a u niño?
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Re: Misión: El Señor de los Dulces Cambiantes
Layla notó como el hombre entonces fijaba su mirada en los demás niños que jugaban y correteaban a unas decenas de metros de donde estaban ambos con un aire de preocupación y tristeza al mismo tiempo reflejados en sus ojos, los cuales eran de color gris oscuro, unos segundos después realizó un profundo mientras sentía una gran nostalgia en su interior.-De acuerdo, me iré, pero solo con una condición.-La Dragon Slayer asintió rápidamente. [color=#6699ff]-Quiero que me ayudes a crear un espectáculo que los niños de este pueblo no olvidaran, que sea como el Festival Fantasía que se realiza en Magnolia, pero en menor medida...es lo único que te pido.-[color=#33ccff]La maga de Fairy Tail no tuvo que pensarlo mas allá de un segundo para dar una respuesta positiva.-¡Me parece una gran idea! Claro que lo ayudaré.-El anciano mostró una sonrisa sincera mientras le daba una suave palmadita en la cabeza.[color=#6699ff]-Te lo agradezco mucho, nos queda poco tiempo, sera mejor que preparemos el escenario rápido.-[color=#33ccff]Ambos emprendieron camino en dirección a la plaza central de la ciudad de Acalypha en donde iban a realizar el espectáculo, pasados unos minutos llegaron al lugar y el anciano utilizando su magia la cual convenientemente era Wood Maker pudo crear un escenario en pocos minutos mientras que Layla se encargó de traer una gran tela de color rojo que sería el telón y otros artefactos como pequeños Fuegos Artificiales, Lacrimas de Luz, capas, pintura y otros tantos artefactos que consiguió en poco tiempo gracias a la amabilidad de las personas y por correr por toda Acalypha sin detenerse en ningún momento expandiendo la noticia de que en la noche el anciano de los Dulces Mágicos realizaría su último acto.
Al finalizar todo ya estaba a punto de anochecer pero la Dragon Slayer aún conservaba energía debido al gran animo que tenía, la plaza estaba llena de personas tanto adultos como niños y entre ellos estaba el señor Komane quien tenía firmemente sujetos de las manos a sus hijos Hirano y a otras dos niñas. Layla entonces se puso una capa de color azul como implemento extra (y porque así lo quiso) y salió al escenario.-¡Damas y Caballeros, esta noche yo, Layla Bluestorm y el misterioso, Señor de los Dulces, les vamos a presentar uno de los mejores espectáculos que verán!-Layla chasqueó sus dedos y al hacerlo todas las antorchas que estaban estrategicamente colocadas por toda la plaza se encendieron al mismo tiempo iluminando todo de un color anaranjado muy vivo mientras que el escenario era iluminado por tres lacrimas de luz que eran suficientes.El anciano también salió al escenario y con un gesto a la chica comenzaron su primer gran truco.-¡Colmillos del Dragón del Rayo!-La pelinegra juntó sus manos generando una gran cantidad de electricidad y la lanzó con fuerza por sobre el público, el ataque adoptó la forma de las fauces de un dragón y con un poco mas de concentración y magia Layla hizo que adoptara hasta la mitad del cuerpo de un dragón que "sobrevoló" a las personas maravillandolas, el dragón hecho de rayos azules regresó con su creadora y la chica lo hizo elevarse unos tres metros del suelo y hacer que explotara en una lluvia de chispas azules. Las personas aplaudían con fervor mientras el anciano lanzaba dulces al aire y estos se transformaban en pequeñas aves, mariposas y pequeñas bolas de fuego que dejaban estelas rojas a su paso para después desaparecer.
Después de eso Layla tomo una de las lacrimas de luz que había obtenido y la lanzó al aire para después hacerla explotar apuntándole con su dedo indice de su mano derecha a manera de arma y lanzar una chispa pequeña pero fuerte, una lluvia de pequeñas lucecitas cayó sobre el público mientras los niños y algunos adultos trataban de atrapar algunas. El anciano y Layla continuaron la gran actuación en la que había Confite, Luces y Chispas revoloteando por doquier, los niños subían al escenario para jugar también mientras todos disfrutaban lo que estaban viendo, incluso el señor Komane había permitido que sus hijos fueran a jugar y a disfrutar lo que estaba pasando.-¡Cuerpo de Rayo!-La chica se transformó para sorpresa de todos en un rayo de color azul y con ese truco Layla aparecía de un lado a otro en el escenario mientras les decía a los niños que le atraparan.-Demasiado lentos, ¡nya nya, lero lero! A que no me atrapan.-Algunos se dieron cuenta de que solo podía aparecer y desaparecer en un radio de cinco metros por lo que usando eso a su favor consiguieron finalmente atraparla.-¡Me atraparon, kya!-Con una amplia sonrisa en su rostro la Dragon Slayer siguió jugando con todos los niños mientras el show continuaba, ya era completamente de noche, pero como todos saben, la noche es joven y todos los presentes lo sabían mientras el cielo nocturno cubierto de estrellas les hacía sentirse bien.
Al finalizar todo ya estaba a punto de anochecer pero la Dragon Slayer aún conservaba energía debido al gran animo que tenía, la plaza estaba llena de personas tanto adultos como niños y entre ellos estaba el señor Komane quien tenía firmemente sujetos de las manos a sus hijos Hirano y a otras dos niñas. Layla entonces se puso una capa de color azul como implemento extra (y porque así lo quiso) y salió al escenario.-¡Damas y Caballeros, esta noche yo, Layla Bluestorm y el misterioso, Señor de los Dulces, les vamos a presentar uno de los mejores espectáculos que verán!-Layla chasqueó sus dedos y al hacerlo todas las antorchas que estaban estrategicamente colocadas por toda la plaza se encendieron al mismo tiempo iluminando todo de un color anaranjado muy vivo mientras que el escenario era iluminado por tres lacrimas de luz que eran suficientes.El anciano también salió al escenario y con un gesto a la chica comenzaron su primer gran truco.-¡Colmillos del Dragón del Rayo!-La pelinegra juntó sus manos generando una gran cantidad de electricidad y la lanzó con fuerza por sobre el público, el ataque adoptó la forma de las fauces de un dragón y con un poco mas de concentración y magia Layla hizo que adoptara hasta la mitad del cuerpo de un dragón que "sobrevoló" a las personas maravillandolas, el dragón hecho de rayos azules regresó con su creadora y la chica lo hizo elevarse unos tres metros del suelo y hacer que explotara en una lluvia de chispas azules. Las personas aplaudían con fervor mientras el anciano lanzaba dulces al aire y estos se transformaban en pequeñas aves, mariposas y pequeñas bolas de fuego que dejaban estelas rojas a su paso para después desaparecer.
Después de eso Layla tomo una de las lacrimas de luz que había obtenido y la lanzó al aire para después hacerla explotar apuntándole con su dedo indice de su mano derecha a manera de arma y lanzar una chispa pequeña pero fuerte, una lluvia de pequeñas lucecitas cayó sobre el público mientras los niños y algunos adultos trataban de atrapar algunas. El anciano y Layla continuaron la gran actuación en la que había Confite, Luces y Chispas revoloteando por doquier, los niños subían al escenario para jugar también mientras todos disfrutaban lo que estaban viendo, incluso el señor Komane había permitido que sus hijos fueran a jugar y a disfrutar lo que estaba pasando.-¡Cuerpo de Rayo!-La chica se transformó para sorpresa de todos en un rayo de color azul y con ese truco Layla aparecía de un lado a otro en el escenario mientras les decía a los niños que le atraparan.-Demasiado lentos, ¡nya nya, lero lero! A que no me atrapan.-Algunos se dieron cuenta de que solo podía aparecer y desaparecer en un radio de cinco metros por lo que usando eso a su favor consiguieron finalmente atraparla.-¡Me atraparon, kya!-Con una amplia sonrisa en su rostro la Dragon Slayer siguió jugando con todos los niños mientras el show continuaba, ya era completamente de noche, pero como todos saben, la noche es joven y todos los presentes lo sabían mientras el cielo nocturno cubierto de estrellas les hacía sentirse bien.
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Re: Misión: El Señor de los Dulces Cambiantes
Alrededor de tres horas después de iniciado el espectáculo este comenzó a llegar a su fin, algunos padres se retiraron llevándose a sus niños, algunos tenían mucho sueños mientras que otros se habían quedado dormidos cosa que no era de sorprender. De los tres hijos del señor Komane solo el niño, Hirano, permanecía despierto, mientras que sus dos hermanas menores se habían quedado dormidas, Layla también ya se sentía cansada por lo que le dirigió una mirada al anciano quien se notaba muy feliz mientras veía a las personas retirarse del lugar, la Dragon Slayer se acercó a este para preguntarle algo.-¿Cree que esto sea algo que los niños recordaran siempre?-El señor mayor no dijo nada, solo asintió con la cabeza para después mirar al cielo estrellado y suspirar.-Ahora cumpliré con mi parte, me iré de aquí y no volveré a poner en riesgo la vida de ningún niño...te lo agradezco muchísimo, Layla Bluestorm-Layla estaba a punto de decir algo cuando de pronto escuchó la voz de su cliente, el señor Komane, se bajó del escenario y caminó hacia donde estaba este.-De verdad fue un show muy bien hecho, pero dime, ¿conseguiste que se fuera?-La chica solo asintió mientras veía como Hirano comenzaba a sentirse triste.-Perfecto ahora solo hay que esperar a que...¿eh?-Komane miró en dirección al escenario en donde había estado el anciano hace unos segundos atrás pero para su sorpresa este ya no estaba.
-Oye, no sabía que se iría tan rápido...-Layla miró también al lugar en donde había estado parado el anciano ¿a donde había ido, como había desaparecido tan rápido? El cliente y la maga de Fairy Tail acompañados por Hirano se acercaron al escenario para ver si estaba cerca del lugar pero no vieron absolutamente nada. "¿Que es esto...?" La chica recogió del suelo una nota la cual decía:
Cliente y maga leyeron la nota al mismo tiempo, Layla alzó la vista mientras miraba de nuevo a su alrededor y le entregaba la nota a Komane, a quien le temblaban un poco las manos.-Como es posible...que ese hombre conozca el apodo que yo tenía de niño...las únicas personas que lo sabían eran mi madre...y mi padre...-El hombre entonces sintió un nudo en su garganta, no era posible que ese hombre fuera...su padre había muerto cuando Hirano tenía apenas cuatro años y sus hijas Helena y Louise solo dos. Ahora sus piernas le temblaban un poco mientras su hijo Hirano le miraba con preocupación.-Papá, ¿el Abuelo de los Dulces va a volver?-Esas palabras a Komane le produjeron una punzada de dolor en el pecho. Layla mientras tanto caminaba por las calles cercanas a la plaza esperando encontrar al anciano en alguna parte pero no había ningún rastro de él, ni siquiera con su agudo sentido del olfato pudo localizarlo.-Que extraño, no pudo haber desaparecido a menos que hubiese usado magia de Teletransportación...-Mientras pensaba en eso un hombre mas adulto que Komane apareció, tenía el cabello de color azul muy oscuro pero las canas ya habían comenzado a aparecer y vestía un suéter de color gris y pantalones blancos. Pasó a un lado de Layla y esta claramente le escuchó decir algo.-Adiós Layla, que Komane no se desanime por ese suceso hace siete años...-Ella se quedo totalmente quieta mientras esas palabras permanecían en su mente y al voltearse, no había nadie. Regresó con el cliente y le dijo lo que había visto y escuchado, Komane solo guardo la nota en su bolsillo y le agradeció a Layla por su ayuda y le dio unas palmaditas en la cabeza, hecho eso se retiró junto con su esposa e hijos.
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Tema Finalizado
-Oye, no sabía que se iría tan rápido...-Layla miró también al lugar en donde había estado parado el anciano ¿a donde había ido, como había desaparecido tan rápido? El cliente y la maga de Fairy Tail acompañados por Hirano se acercaron al escenario para ver si estaba cerca del lugar pero no vieron absolutamente nada. "¿Que es esto...?" La chica recogió del suelo una nota la cual decía:
Para Komane y Layla:
Nunca quise ocasionar ningún problema, les pido perdón a todos por mi error, pero créanme, no tuve ninguna mala intención ya que solo quise hacer felices a los niños de este lugar. Komane, o Ko-man como te gustaba que te llamaran de niño, cuida muy bien de Helena, Louise y de Hirano, eres muy afortunado al tener esa hermosa familia. Y Layla, gracias por tu ayuda para cumplir el deseo de este viejo de llevar felicidad, cuídate mucho y te deseo suerte. Atte: El Señor de los Dulces
Nunca quise ocasionar ningún problema, les pido perdón a todos por mi error, pero créanme, no tuve ninguna mala intención ya que solo quise hacer felices a los niños de este lugar. Komane, o Ko-man como te gustaba que te llamaran de niño, cuida muy bien de Helena, Louise y de Hirano, eres muy afortunado al tener esa hermosa familia. Y Layla, gracias por tu ayuda para cumplir el deseo de este viejo de llevar felicidad, cuídate mucho y te deseo suerte. Atte: El Señor de los Dulces
Cliente y maga leyeron la nota al mismo tiempo, Layla alzó la vista mientras miraba de nuevo a su alrededor y le entregaba la nota a Komane, a quien le temblaban un poco las manos.-Como es posible...que ese hombre conozca el apodo que yo tenía de niño...las únicas personas que lo sabían eran mi madre...y mi padre...-El hombre entonces sintió un nudo en su garganta, no era posible que ese hombre fuera...su padre había muerto cuando Hirano tenía apenas cuatro años y sus hijas Helena y Louise solo dos. Ahora sus piernas le temblaban un poco mientras su hijo Hirano le miraba con preocupación.-Papá, ¿el Abuelo de los Dulces va a volver?-Esas palabras a Komane le produjeron una punzada de dolor en el pecho. Layla mientras tanto caminaba por las calles cercanas a la plaza esperando encontrar al anciano en alguna parte pero no había ningún rastro de él, ni siquiera con su agudo sentido del olfato pudo localizarlo.-Que extraño, no pudo haber desaparecido a menos que hubiese usado magia de Teletransportación...-Mientras pensaba en eso un hombre mas adulto que Komane apareció, tenía el cabello de color azul muy oscuro pero las canas ya habían comenzado a aparecer y vestía un suéter de color gris y pantalones blancos. Pasó a un lado de Layla y esta claramente le escuchó decir algo.-Adiós Layla, que Komane no se desanime por ese suceso hace siete años...-Ella se quedo totalmente quieta mientras esas palabras permanecían en su mente y al voltearse, no había nadie. Regresó con el cliente y le dijo lo que había visto y escuchado, Komane solo guardo la nota en su bolsillo y le agradeció a Layla por su ayuda y le dio unas palmaditas en la cabeza, hecho eso se retiró junto con su esposa e hijos.
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