La noche de los dulces en Hosenka

Sakuya había llegado a la ciudad de aguas termales de Hosenka, todo estaba decorado con colores naranjo, negro y violeta debido a la famosa noche de Halloween, la sirvienta había ido solamente por dos razones, la primera porque el Maestro Derek se lo había pedido de forma amable y la segunda porque era la única noche del año en que podía caminar tranquilamente entre las personas normales sin que señalaran su cabello plateado. Casi todo el mundo se disfrazaba por lo tanto los demás creían que su cabellera, como algunas otras personas, había sido cambiada por algún pequeño hechizo que afectaba el color.
Traía puesto su uniforme de color negro el cual en su opinión se podía considerar un disfraz ya que no lo usaba desde hacía ya mucho tiempo pero lo que importaba es que estaba intacto, incluso se había puesto sus guantes negros sin dedos para completarlo, a pesar de que ese uniforme era de aspecto elegante y muy hermoso solamente lo usaba cuando antiguamente sus amas Remilia y Flandre le pedían que "Silenciara a alguien para siempre" y ella cumplía la orden sin oponer queja alguna, no le traía ningún mal recuerdo, solo mataba a Youkais que eran considerados una amenaza para los habitantes de la mansión. Ahora miraba a las personas y niños que caminaban a su alrededor, estos últimos todos disfrazados y pidiendo dulces de aquí para allá, la peliplateada también iba a pedir unos cuantos dulces solo por diversión ya que había adolescentes también haciendo lo mismo que los niños, mostró una leve sonrisa y antes de pedir dulces decidió caminar por el lugar y apreciar lo que había a su alrededor e inspirarse con la felicidad que emanaban los demás."Todos se ven muy felices y yo también lo estoy, a Patchouli, Meiling y a las señoritas Remilia-sama y Flandre-sama les encantaría estar aquí."Miró fijamente al cielo y su mirada se perdió en la luna, la cual por desgracia no estaba llena pero le faltaban unos pocos días para que lo estuviera, se sentía bien al verla ya que le transmitía tranquilidad.

Tras la petición de los miembros de Fairy Tail, entre los que se encontraba el propio maestro, Hardrack aceptó finalmente ir a Hosenka por el festival de Halloween. Al principio no le daba mucho interés dicho festival, eso de convivir no se le daba muy bien y no tenía la más mínima intención de disfrazarse como hicieron sus compañeros, pero notó las muchas ganas que tenían los demás por ir y que él los acompañara, así que se embarcó en el viaje con ciertas expectativas. Si bien no le llamaba la atención todo lo relacionado con Halloween, salvo las historias y mitología detrás de las leyendas urbanas, eso no significaba que no pudiera participar y hasta disfrutar del festival, pues a sus propias palabras "No necesito sonreír para que me den dulces, sólo tengo que dar miedo. Y desde hace mucho doy la impresión que soy un 'perro de pocas pulgas'."
Lamentando un poco lo cascarrabias que a veces podía aparentar, se tomó el propósito de hacer algo bien, probablemente recolectar dulces para repartir con sus colegas del gremio. Sin necesidad de narrar las disparatadas que hizo Fairy Tail al llegar a Hosenka, Hardrack se separó del grupo principal en cuanto se decidieron a ir a recolectar dulces. Él fue por su lado, no porque lo dejaran solo, sino porque estaba tan enfocado en su misión que ignoró algunas peticiones y fue por su lado, animado y en la luna, casi literalmente.
En su viaje por las calles no tardó en encontrar mucha gente disfrazada y feliz pidiendo dulces, se tomó un tiempo para admirar algunos disfraces que encontró elaborados y hasta entretenidos, y sin pensarlo terminó junto a una muchacha de cabello plateado; por supuesto no la conocía ni nada, pero el traje que llevaba llamó la atención del que se llama a sí mismo león. "Curioso disfraz... Pero el cabello es lo más realista, se esmeró mucho." Pensaba silente mientras mantenía su filosa y curiosa mirada, como gato, sobre la chica.

La maga de Re-Equipo sintió como si con solo extender su mano podría llegar a tocar a la luna, pero solo se quedo ahí sin hacer ningún movimiento, no supo cuanto tiempo estuvo absorta mirando al astro rey de la noche pero detectó la presencia de alguien mas a su lado y se volteó un poco para ver quien era. Era un hombre cuya apariencia se veía solo un poco descuidada. La peliplateada estaba de buen humor pero la leve sonrisa que estaba en su rostro desapareció por el momento, miró con algo de curiosidad al hombre y formuló una pregunta.-¿Quien es usted?-De paso se arregló un poco la tiara de Maid que estaba en su cabeza mientras no perdía de vista al extraño, dudaba de que fuera una mala persona peros sus instintos de alerta permanecían latentes, veinte años siendo atacada por cazadores humanos solo para obtener su sangre por una maldita leyenda en torno a los Lunareon habían aumentado su desconfianza, pero ahora que había ingresado a un gremio había recuperado gran parte de esta.

Mantenía su mirada en la chica peliplateada, completamente absorbido por el color de su cabello, algo curioso para él, y para cuando notó que ella le había preguntado algo, regresó a la tierra y a la realidad. Su mala costumbre de estar mirando fijamente siempre le había traído problemas, y para evitar que este fuera un caso más, inclinó levemente la cabeza disculpando su posible acoso, la única forma de describir tal curiosidad. -Hardrack. Disculpe si la he hecho sentir incómoda, me llama mucho la atención su disfraz... Se limitó a decir, sin extender su nombre y omitiendo realmente su propósito, pues la chica estaba algo tensa y desconfiada, rasgos difíciles de apreciar pero que Hardrack conocía bien por excelencia; claro que no sabía la razón, normalmente en casos similares podría pensarse que la mujer lo tachaba de acosador o pervertido, y que estuviera nerviosa por ello, pero el instinto de Hardrack le sugería algo diferente. -No pretendo molestarla, señorita, pero espero me permita felicitarla por su disfraz, remarcable entre lo que he visto por ahora. Sobre todo su cabello, parece plata real. ¿Magia o dedicación? Esa última pregunta iba respecto a su cabello, a cómo logró la chica esa tonalidad plateada. "Qué raro que hagas preguntas directas, gato..."

La sirvienta asintió al escuchar la disculpa por parte del hombre y procedió a presentarse, ahora ya sabía que se llamaba Hardrack.-No se preocupe por eso.-Cuando la peliplateada escuchó que a él su disfraz le llamaba la atención un par de pensamientos hicieron acto inmediatamente. "Tal vez haya visto a otra chica que tiene ropa parecida a la mía, es muy poco probable que alguien haya llegado a verme con este traje puesto cuando vivía en la mansión Scarlet..aún así..." Mientras se decía eso a si misma Hardrack le habló nuevamente y ella volvió a la realidad para escucharlo, tal parece que solo quiso felicitarla por el traje que llevaba puesto así que le dirigió un último vistazo a la luna. No se percató de inmediato de la pregunta que trataba sobre el color de su cabellera. "Sobre todo su cabello, parece plata real. ¿Magia o dedicación?"
La maga de Re-Equipo cometió lo que en su opinión fue un error, le dijo la verdad.-No, es real.-Al darse cuenta de lo que había dicho miró al sujeto a los ojos mientras su corazón comenzaba a latir mas rápido, el Maestro Derek le había dicho que no tenía que mentir sobre lo que era ya que estaba mal no portar con orgullo lo que una persona era en realidad, pero Sakuya era diferente, era una mitad Humana mitad Lunareon y eso había sido la causa de casi todos sus problemas desde que tiene memoria. En el fondo se maldijo a si misma por haber acatado la orden de no mentir.

Completamente ignorante de lo que ello significaba, y resistiendo las ganas por comprobar la textura él mismo y diferenciar el cabello de la chica con la plata (quería tocar el cabello), mantuvo la mirada aún más filosa y su rostro inexpresivo, pensando cuidadosamente sus siguientes palabras para que no resultara un incómodo interrogatorio. "Por supuesto que es cabello real, no soy tan ciego... pero..." Su mirada no despegaba de la chica, y estaba consciente que eso no le agradaba, como notaba que ella se tensaba un poco, inconforme con su respuesta. ¿Le estaba mintiendo? Difícil de saberlo para Hardrack, más bien tendría más sentido ocultar o negar, pero dijo que era real. -Cuando dices real, señorita, ¿puedo asumir que no es una magia común? Contuvo las ganas de decir algo como "ignore mi expresión de idiota, soy más astuto de lo que parezco" pero obviamente no ganaría nada con ello. Obviamente sabía que algo había tras un cabello plateado, y más aún que la chica no respondió indicando algún tipo de magia en particular, lo que le "gritaba" a Hardrack que no era algo común.
Sin embargo, a pesar de su aspecto, pasado o recurrente mirada de pocos amigos, Hardrack no estaba interesado en causar mal, mucho menos a alguien que parecía "sufrir" por ello. -Espero no tomes gran importancia a lo que pregunto, sólo era simple e inofensiva curiosidad. Estoy en esta ciudad para pedir dulces para mis compañeros. Un botín para el final del festival, podríamos llamarlo. Quizás estaba tratando de decir "no soy una amenaza", pero sus habilidades para causar calma son... nulas. A su vez, se debatía internamente si debía seguir ahí, junto con un fugaz pensamiento "¿Estaría bien invitarla a la recolecta? Podrías saber más..." Catalogó ese pensamiento como absurdo. "Ella no podría estar aquí para algo tan innecesario, y aunque así fuera, dudo que quiera acompañarme..."

La peliplateada no dejó de mirar fijamente a Hardrack, conocía bien los gestos que delataban lo que otras personas querían decir u ocultar, pasados unos segundos de silencio el hombre hizo otra pregunta a la cual Sakuya dudó en responder. "Por el momento solo el Maestro Derek sabe lo que soy, los demás de mi gremio también lo sabrán en algún momento, como sea. Se me dio la orden de no mentir, debo cumplirla." Cerró sus ojos un segundo y cuando los abrió miró al suelo.-No, no es ningún hechizo, es mi cabello natural.-La sirvienta solo pensó en una cosa tras decir aquello "Uno de mis antiguos apodos, El Perro del Diablo, se ajusta bastante a mi...obedezco órdenes como un perro y soy tan leal como uno..." Y lo de ser el perro del diablo se debía a que Remilia Scarley era considerada un demonio de poderes devastadores y era temida al igual que su hermana Flandre.

Entonces Hardrack habló nuevamente y aclaró que solo era una duda inofensiva, y que sólo estaba en Hosenka para recolectar dulces y llevárselos como botín a sus amigos, finalmente eso consiguió que la tensión de la Lunareon disminuyera un poco, ambos tenían un objetivo muy similar.-Ya veo, entonces ahora sé que compartimos una meta en común.-Tenía sus manos entrelazadas al frente para que estuvieran a la vista del sujeto, era su manera de querer decir No usaré armas por ahora, mira mis manos, puedes estar tranquilo.

-¿Un objetivo en común? Repitió, algo incrédulo, el león mientras miraba con una chispa de curiosidad las manos de la chica, entrelazadas. No tenía la más remota idea de qué podía significar eso, ni mucho menos interpretarlo, así que como todo lo que suele hacer cuando está ante una posibilidad, hostil o no, inclinó su cabeza un poco para exponer el cuello, en un aparente acto de imprudencia; cerró su ojo derecho para completar la línea creada por la cicatriz y mantuvo firme su postura, aparentando curiosidad y exponiendo su garganta. ¿Provocación acaso?
Sin embargo abandonó la postura rápidamente, regresó su cabeza a la normalidad y, aunque no abrió de nuevo su ojo derecho, si miró de vuelta a los ojos de la peliplateada. -Si es un mismo objetivo, ¿estaría dispuesta a acompañarme? He notado que en grupo es más fácil recolectar dulces. Me parece más conveniente así, ¿señorita...? Y extendió la mano como invitación, aunque la distancia entre ambos impedía que la chica tomara la mano de él a menos que se acercara, aunque el leve gesto que hizo Hardrack no sugería que debía tomar la mano, sino más bien una indicación para tomar un camino en común. Por último, la pregunta iba en relación al nombre de la chica. "En grupo se recolecta más fácil... Sólo una excusa para aprovechar el disfraz de ella. Pero si se queda con dulces también, no cuenta como 'usar', ¿verdad?" Pequeño debate ético en su cabeza.

Durante unos pocos segundos al notar la posición que había adquirido el hombre, mostrado su cuello, por un lapso relativamente corto de tiempo ella pensó que quería que se lo rebanara aunque descartó la idea casi inmediatamente, ¿como pudo haber pensado en eso? Hardrack cerró su ojo derecho y la peliplateada vio como en este poseía una cicatriz, en el fondo sintió el impulso de preguntarle cual había sido la causa de esa marca de por vida pero se contuvo. Entonces para su sorpresa aquel que acababa de conocer le preguntó si estaría dispuesta a acompañarlo a recolectar dulces, y de paso preguntó por su nombre, claro, que descortés había sido, no le había dicho su nombre.-Acepto su invitación señor Hardrack, lamento mucho mi falta de cortesía al no presentarme como usted lo hizo conmigo. Me llamo Sakuya Izayoi-Al terminar hizo una elegante reverencia, no demasiado pronunciada pero si para mostrar respeto.

Al recuperar su postura normal notó que Hardrack había extendido su mano en dirección a ella, ¿debía aceptar ese gesto o solo era una señal para que le siguiera? En busca de alguna pista miró por el rabillo del ojo a otras personas que había cerca, y efectivamente consiguió ver a un chico que le ofrecía su mano a una chica y esta respondía de la misma forma y se iban tomados de la mano. "Vaya, desde hace no mucho comencé a tener contacto directo con los humanos y aún debo aprender bastantes cosas..." Se acercó a Hardrack y guiándose por lo que vio le tomó la mano y comenzaron a caminar a otra parte, la chica aún se rehusaba a mostrar alguna emoción en su rostro pero al no poder evitarlo dejó florecer una pequeña sonrisa, un poco difícil de notar pero estaba ahí.