Un tigre cantando una dulce Melodia

Mi ultimo concierto, fue en ciudad Saiyu, aun lo recuerdo bien, recuerdo como le confesé mis sentimientos al hombre que amo rozando mis labios con los suyos, sintiendo su calor corporal mientras sus brazos me aprisionaban y me pegaban a su pecho, hubiera sido el mejor momento de mi vida si no hubiera descubierto algo que me rompió el corazón, una gran traición.
Durante mi infancia me enamore de el, lo veía como mi caballero con armadura dorada, el siempre me defendió de los abusos de mi padre, a pesar que nos separamos el siempre habito dentro de mi corazón, hasta esa noche... esa noche en la que mi mundo de cristal se rompió, recuerdo haber huido, ignorando a Iru y a Rin por completo, solo quería huir, marcharme y dejar los recuerdos atrás, emprendiendo un viaje que sin saber, cambiaría mi vida por completo.
Me subí a una carroza que ni si quiera me fije a donde me llevaba, donde pude notar que había un joven dentro y comprendí que tenia que sentarme alado de el forzosamente, puse los ojos en blanco ante la situación y lo hice, tenia demasiados problemas en la cabeza como para perder la carroza que me sacaría de ese lugar.
La forma de vestir de mi acompañante era algo peculiar, vestía una especie de gabardina puntiaguda color roja, un pantalón de vestir color crema y unas botas negras, ademas del sombrero rojo con plumas rosadas y un antifaz rojo, su cabello fue lo que mas me llamo la atención, a pesar de ser hombre, casi podía estar de mi largo, el me miraba fijamente y después me dijo:  -El desamor es solo un recuerdo que debe yacer en el olvido- justo cuando había intentado ignorarlo dijo tales palabras que hizo que lo volteara a ver sorprendida, mis mejillas se tornaron rojas de enojo o ... la verdad aun desconozco porque fue, pero yo le dije,-Yo no sufro de desamor...- -Tiene razón mi querida señorita, usted sufre de amor- le lance una mirada furica al hombre alado de mi, quien solo rió, entonces fue que emití un suspiro y le dije lo que me había pasado, a decir verdad no pensé que fuera a comportarse tan comprensivo y paciente conmigo, el me dijo que su nombre era -Rufus- y que pertenecía a un gremio, el me dijo que si no tenia a donde ir, no había problema con que fuera con el a su gremio, donde siempre era bienvenida un nuevo integrante, me sonroje ante la amabilidad del hombre y decidí hacerle caso, de todas maneras, no tenia otro lugar al cual ir. Terminamos el viaje y llegamos a ciudad Fedoria, donde caminamos y charlábamos de nuestras infancias, sin querer le había tomado mucha confianza a ese hombre, llegamos a un gran castillo donde el ingreso con naturalidad y me extendió la mano, tome su mano y entre observando que era enorme tanto por dentro, como por fuera y estaba decorado de una forma muy elegante.

Me encontraba asombrada de la belleza de tal lugar, Rufus hablaba que todos sus compañeros han hecho un gran esfuerzo, ya que tiempo atrás tuvieron un problema lo lograron superar juntos, un chico rubio un poco mas claro que el mio y ojos azules celestes, entro y nos dio la bienvenida amablemente haciendo una reverencia, que después se marcho hacia una barra que estaba al fondo, Rufus lo siguió y yo opte por sentarme en una de las sillas cercanas, al no haber nadie cerca salio Rin -Pero mira que amables son las personas aquí, te ofrecieron ayuda, tal vez el chico "rufus" no mentía con las uniones de los gremios- la mire y esta se puso sobre mi mano -Tienes razon, talvez el no mintió, ellos no se ven malas personas... al contrario- Rin sonrio y salio Iru, tallandose uno de sus ojos con su mano y trepando por mi chamarra, quedando sobre la mesa -Melody-chan, ¿has notado el parecido que tiene Rufus a Rafe?- ¡Iru cállate! no debemos mencionar a... demasiado tarde... la única persona de la cual me había enamorado, me habia traicionado... -¿Como pude ser tan estúpida?- dije mientras golpeaba la mesa levemente y mis compañeras de la nada se escondieron, las lagrimas habían empezado ya a brotar, de pronto llego Rufus y me miro diciendo -Recuerdo haber escuchado unas dulces voces al entrar al gremio, pero jamas escuche una voz como la tuya- mi llanto cesó y me sonroje ligeramente, alce la mirada para verlo y pude notar que lo que decía iru no era mentira, el se parecía mucho a Rafe... mi amor prohibido, limpie mis lagrimas rápidamente y me arme de valor para decir -Me gustaría unirme al gremio al que perteneces- dije mientras miraba fijamente al rubio de ojos verdes, oscuros como el pino pero profundos como el abismo.

Estaba charlando con el apuesto joven que me recordaba a mi hermano, me encontraba sonrojada viendo sus hermosos ojos verde pino de cerca, "El había dicho que le gustaba mi voz... seguro era el destino... que estaba uniendo nuestros corazones fragmentados con las lagrimas del desamor, que destruyeron nuestras almas causando dolor"  de pronto, llego un tercer rubio, este tenia el cabello alborotado y corto, tenia sus musculos marcados y vestia exponiendo su abdomen, llego corriendo y casi impacta con mi poeta, los dos esquivaron al mismo tiempo, pero un pequeño gato color vino no tuvo la misma suerte, impactandose con el sombrero de mi querido poeta, me sonroje al verlo sin su sombrero, se veia tan adorable... lleve mis manos a mi pecho como si mi corazon fuera a saltar y escapar de la emocion, dejando a mi cuerpo como un vacío contenedor.
El poeta me miro de nuevo, con sus ojos verde pradera asomandose, un suspiro travieso salio de mi pecho, con un timido sonrojo mostrandose.
El segundo rubio que habia visto, llego por mi espalda, el se veia y portaba como un caballero, y luego se paro a un lado de nosotros, "¡Oh destino cruel! ¿cuanto mas he de pagar por el pecado que he cometido? he declarado mi amor, a un hombre que ya estaba comprometido, causandome una dulce agonia y un recuerdo que vive asechandome, llegando a un nuevo lugar, con simbolos que se la pasan recordandome, aquel dulce amor prohibido que tenia sin saberlo, que he guardado en secreto durante el tiempo que he vivido"
Recorri con la mirada, a los 3 rubios que yacían frente a mi, miraba a mi poeta, parado entre los otros dos, si ahora era mio, porque un travieso amor, estaba asomandose por la ventana de mi indeciso corazon, el me miro curioso, poniéndose de nuevo el sombrero, -Yo tambien lo recuerdo, recuerdo haber escuchado una una dulce voz que parecia que cantaba una melodia, con deseos de unirse a nuestra familia-dijo fijando su mirada jade sobre mi mirada de miel.
-Es verdad, me gustaria unirme a su hermosa familia- dije mientras la sangre fluia rapidamente por mi cuerpo, refugiandose en mis mejillas, que se tornaron color rosado.

El tercer rubio me miro fijamente y le pregunto su opinion a Rufus, o al que yo llamaba ahora mi principe poeta, este contesto -Recuerdo haber escuchado en una de mis memorias, que una potente cancion iba a iluminar nuestro gremio,ella se llama Melody, si mal no recuerdo.- simplemente amaba su forma de hablar, el tercer rubio no me quitaba la vista de encima, "Oh dios.... ¿Sera acaso que el dragon se ha enamorado de la doncella? otro amor prohibido ha surgido... Oh vida cruel que me atormenta concediéndome amores prohibidos, pero llenos de pasion" de pronto, el blanco dragon me pregunto mi magia, y los otros dos rubios que me acompañaban mostraban interes, yo he de mirar de nuevo al segundo, un noble caballero que tenia su mirada posada en mi, tome al poeta de la mano, alejándonos de los 2 rubios, lo coloque frente a mi, antes habia escuchado hablar de Sabertooth, escuche del dragon blanco, un caballero de espadas y un poeta que copiaba la pmagia de su oponente esa era la razon por la que habia elegido a Rufus para probar mi magia, mientras miraban atentos, comencé a cantar una suave melodía, hablaba del corazón, hablaba de la razón, hablaba de los sentimientos de mi puro corazón, el poeta cayo, cayo como un ave al olvidar en el aire como volar, lo tome entre mis brazos, evitando que un golpe se pueda dar, alce la mirada al dragon en busca de aprobación, ¿acaso habré pasado la prueba, o sola me quedare de nuevo?

El joven dragon me habia aceptado dentro del gremio, dijo que le gusto mi magia, cosa que hizo que me llenara de felicidad, el poeta al que habia dormido estaba recobrando la conciencia y le sonrei como gesto de disculpa, el se incorporo y el joven dragon me pregunto donde queria la marca del gremio y su color, me quite la chamarra y me desabotone la camisa, quitandomela parcialmente y dejando expuesto mis hombros, le señale la parte baja de mi hombro apartando mi cabello y le dije -Aqui, color negra, porfavor dragon-sama - sonriendo y emocionada, iba a ser parte de un gremio, ¿quien lo diria? el me coloco el sello y se separo, me vesti de nuevo y sonrei.
El destino habia puesto ante mi una nueva familia, solo espero que ellos no sean como la anterior...

.
.
.
.
.
.
Tema finalizado.