Serie de Relatos cortos (Vol II)

Capítulo 2: La sirena(Parte 1)


En la entrada del pueblo se podía ver a un joven de cabellos negros, quien llamaba la atención de los transeúntes, quienes miraban curiosos el aspecto de aquel joven. ¿Y quién no? Si estaba con la ropa chamuscada y sucia, además de que se sujetaba de un bastón para caminar, parecía ser un vagabundo. Pero eso ne le interesaba a dicho joven, quien tenia un brillo singular en los ojos al ver que había llegado a su destino. La felicidad lo inundó y empezó a correr calle abajo, directo al puerto de aquel pueblo, gritando a los vientos que al fin lo logró.

Luego de la pequeña carrera que hizo, hasta llegar al puerto, andaba ahora preocupado, pues ninguno de los barcos zarparía el día de hoy, eso lo desanimaba, ya que había estado emocionado con ir a alta mar, por eso habia hecho el viaje. Aunque cierta parte de su persona le decía a aquel joven que era una perdida de tiempo. Cansado, se sentó en una caja, observando el mar, de su mochila desgastada saco un manojo de hojas, las cuales estaban bien cuidadas, las ojeó un momento, al rato alzó la vista, observando el mar con determinación. "Las veras, cuando estés grande, ve al mar, en el pueblo de Asur, pídele a un pescador que te lleve. Te diré que la vi una noche de luna llena, el ser más hermoso y misterioso del mundo, fue... algo increíble, desde ese momento sentí que podía morir feliz", resonó aquellas palabras de su padre justo un día antes de su muerte. El joven alzo su mano para secar sus lágrimas, decidido se puso de pie. -Padre, te prometo que la encontrare, no importa cuanto me cueste, yo veré a Luna -dijo a los vientos, decidido a hacer aquello, después de todo, las historias que le contaba su padre no eran mentiras, para él no. Con su decisión, se dispuso a buscar un barco, no le importaba si le tomaba todo él día, pero el lograría encontrar uno, no se rendiría tan fácilmente, claro que no...
Al atardecer el joven estaba de cuclillas de nuevo junto a aquella caja de madera, haciendo círculos con el dedo. No había encontrado barco, al parecer por esta temporada los barcos evitaban ir alta mar, solo por las orillas cerca al pueblo. El joven deprimido, sentía que le estaba fallando a su padre, cuando de pronto, vio que un viejo pescador se iba a hacer a la mar, y presuroso le dijo:-Disculpe buen hombre, podría llevarme al mar con usted?- a lo que el anciano le dijo:-Joven, quiero saber cuáles son tus motivos para hacerte a la mar con este viejo lobo--Verá, hace un tiempo, le hice a mi padre una promesa en su lecho de muerte,por eso necesito que usted me lleve- a lo que el viejo lobo respondió: -parece que dices la verdad,tus ojos no mienten, sube, te llevaré al mar-(continuará en la parte 2)

¡Nya! Me encanto como quedo :3

¡Hai, Dante! /