Una Noche, Un recuerdo

Estaba en la habitación de mi departamento, simplemente no podía descansar, no podía dormir, me sentía triste por alguna razón y eso no me dejaba descansar, así que me levante de la cama y decidí salir a dar una vuelta, ni si quiera me tome la molestia de ingerir mi pastilla, salí con mis orejas y mi cola, me pare en el borde de la ventana y salte de esta al techo de la casa de enfrente, me transportaba de techo en techo mientras buscaba la razón de mi tristeza, la luz de la luna me guiaba, tenia un hermoso brillo esa noche, pero había algo diferente, sentía como si alguien me llamara, una voz dentro de mi cabeza me hablaba, no entendía que era lo que sucedía, simplemente me sentía confundida, di un salto y mire de reojo una silueta blanca y brillante, era un animal, un animal pequeño, este me miraba y me detuve, voltee y vi como corría hacia la salida de la ciudad, escuche un "MEEEEOOOWWW" por parte de este, ese no era un gato común, lo sabia mejor que nadie, cuando vi a travez de sus ojos, no conocía algún otro gato que tuviera esa mirada, una mirada esmeralda zafiro, un ojo azul y otro verde, ese gato se parecía a yuki, corrí detrás de el, con lagrimas desbordando mis ojos, no podía creerlo, simplemente no podía, desde hace tiempo ella me llamaba, y yo torpemente no me daba cuenta de eso, vi como salia de la ciudad y me baje del tejado para correr por la calle, salí de la ciudad y a las afueras pude ver el gran bosque que lo rodeaba, no recordaba que fuera así, se veía hermoso, la luz de la luna era reflejada en las hojas de los arboles y en el pie de un árbol, estaba el gatito, me veía y me acerque lentamente, -No te voy a hacer daño- dije mientras me acercaba, el gato no parecía moverse, ni desconfiar de mi, se quedo quieto y fue cuando me pare frente a el y lo acaricie, este ronroneo, lo cargue entre mis brazos y lo abrace, -¿Que haces pequeño gatito? ¿no deberías estar descansando?- pero ... las cosas no siguieron como pense que seguirían, el gato tomo forma humana, una forma que ahora me estaba abrazando y me contesto "Estaba llamándote, no podía descansar hasta encontrarte de nuevo" reconocí la voz y me quede inmóvil, las lagrimas empezaron a brotar de mis ojos y mi cuerpo comenzó a temblar, ella empezó a acariciar mi cabello y me abrazo fuerte, -Perdóname ... Perdóname... - mi voz se cortaba por las lagrimas y el aire me hacia falta, ella tranquila me dijo -¿Porque te disculpas mi pequeña niña? hiciste lo correcto, si no lo hubieras hecho no hubiera podido reencarnar - estuvimos abrazadas por un rato hasta que mis lagrimas cesaron, y ella me dijo -Perdoneme, por mi culpa tienes, esas orejas y... dijo mirando mi cola, yo solté una risita mientras la miraba, -Estas orejas son parte de mi, son parte de ti, eso me hace feliz- ella sonrió y se levanto, una suave brisa hizo que su cabello sea dirigido hacia el sur y dijo -Me alegro que me digas eso, y me alegro que hayas conseguido nuevos amigos, te he estado observando, cuidando mi pequeña niña, y hasta ahora me arme de valor para reunirme contigo, pero esta forma no durara mucho, ahora estoy recuperando poder...- la mire y la abrace, mientras le dije -No te apartes de mi lado, quédate conmigo yo te cuidare- ella asintió y su forma humana desapareció, volviendo a ser un pequeño gatito, que se coloco en mi hombro, con la tristeza ahora aliviada, nació una preocupación en mi, y seguida de esta surgieron preguntas, preguntas que en algún momento podre contestar... camine y me adentre a la ciudad de nuevo, caminando por las calles y con ahora, mi mejor amiga a mi lado.

Me adentre a la ciudad con mi pequeña amiga, preguntandome a mi misma que deberia hacer, si decirselo a los del gremio o no, pero, decidi mantenerme callada, ellos no me creerian y no podrian ayudarme, debia resolver esto por mi cuenta, mire a Yuki de reojo, ella estaba en mi hombro, por un momento pude apreciar su belleza, era completamente blanca y su piel emitía hermosos destellos, casi pareciera que veo a la luna, sus ojos, tan brillantes una esmeralda y un zafiro emitiendo destellos con su mirada tan suave, tan pura, se me escapo una lagrima y después sonreí, yacía tiempo desde que me sentía tan feliz, tenia ahora a mi mejor amiga a mi lado, ella me habia perdonado, llegamos a mi departamento y me sente en la cama, ella bajo de mi hombro y se paro frente a mi, su mirada se torno triste y fue cuando recorde todo, el ataque, la muerte de nanami, mi padre en peligro, ¿que hubiera pasado si no hubiera huido? las lagrimas brotaron de mis ojos inconsientemente, la habitacion se lleno de sollozos y de pronto todo se detuvo, mire por la ventana, una hermosa luz se adentraba por ella, era la luz de la luna, las estrellas, eso era mi tranquilizante, mire a yuki mientras me secaba las lagrimas y dije: -¿Donde esta nanami?- yuki bajo la mirada y luego movio su cabeza de un lado a otro, me tape la boca con las manos y contuve mis ganas de llorar, yuki solto un maullido, sabia lo que decia porque de una u otra forma, era mitad gato, su respuesta me impacto, y me pregunte a mi misma, si tenia alguna esperanza, agache mi rostro y solte una lagrima, "Todo estara bien" me dije a mi misma, pero aun no podia creerlo ....

Su respuesta fue... "Ella esta viva"

Me sentía aliviada, de una u otra forma, aun tenia algo en que creer, algo en que confiar, Nanami estaba viva, la mujer que me había salvado estaba viva, abrace fuertemente a Yuki, quien aun en su forma felina podía distinguir su sonrisa, había anhelado escuchar esas palabras desde hacia ya tiempo, había anhelado el tener a alguien a mi lado y alguien que acabara con esta soledad que manchaba mi ya impuro corazón, por el momento no podía hacer nada, debía esperar a que Yuki se recuperara, cuando la solte y la puse sobre la cama pregunte, ¿Sabes algo de Mamá? Yuki me miro, y agacho la mirada, en ese tiempo, pude notar una profunda tristeza, ¿que es lo que estaba pasando? Yuki lamió mi mano, y entonces pensé: "Esta muerta" como si la pequeña gatita frente a mi leyera mis pensamientos, movió la cabeza de lado a lado simulando una negación, se acomodo en la cama y se hizo la dormida, la conocía, era mi compañera de juegos y eso hacíamos cuando no queríamos que papa nos descubriera despiertas tan tarde, decidí no decirle nada y me acosté alado de ella, abrazándola y cayendo en un profundo sueño.

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TEMA TERMINADO