Misión: Vestido de novia

Luego del evento,   de noche de brujas el cual había sido  interesante ya que era la primera vez que lo festejaba, Salí adolorida, por la herida pero satisfecha de haber conseguido un amigo nuevo, al cual le dije que podía visitarme a Magnolia cuando  quisiese o vernos otro día, luego de despedirme amistosamente de Abi, además de hacerme curar la herida me dispongo a ir a Magnolia, pensando en que podría hacer hasta el momento  en el que  me reencuentre nuevamente con Katt, mientras tanto me decía a mi misma –Hay muchas opciones, podría ir a comprar algo que me guste, o ir a casa, también podría ir al gremio, ya que no voy allí desde mi primera misión, es mas esta la posibilidad de que haya más nuevos en el gremio, eso sería genial, hablando de misiones debería tomar otra, bueno eso lo decidiré al llegar- con una sonrisa, que surgió en mi fue de alegría dado que estaría con mi familia, aunque para ser feliz del todo,haría falta que Bastian  estuviese a mi lado, el recordarlo me ponía sentimental, al notar como me había puesto,intento distraerme mirando lo que hay a mi alrededor, las flores, los arboles, la verdad el día estaba ideal como hacer un picnic, o tirarse en el césped y mirar el cielo que estaba radiante,el ambiente era  soleado y primaveral, pero lo mejor de todo es que la brisa era relajante  ya que al abrir mis manos podía sentir como el viento pasaba entre mis dedos e imaginar que volaba, luego de sentirme nuevamente por así decirlo motivada, me percato de que ya había llegado a Magnolia –Vaya, que rápido regrese creí, que tardaría  mas, pero bueno, es lindo saber que ya estoy en casa- sin más miramientos voy directo al gremio, al llegar me siento cerca de la barra y le pido algo para beber a la peliblanca es decir  a Mirajane, luego de unos minutos de espera tengo lo que había pedido, pero sucedía algo, comenzaba a aburrirme, tenía la necesidad de mantenerme ocupada, además aun estaba molesta por mi patética actuación que hice en el evento –Debo mejorar ¿pero cómo?- al parecer Mira, que estaba cerca me escucho –Eso tiene solución, o puedes entrenar con alguien o tomas una misión- miro a la peliblanca que se encontraba sonriente, la chica era muy dulce, lo pienso unos minutos –Tienes razón, eres una genio, es mas sabes que, creo que haré una misión, gracias Mira por la ayuda fue muy amable de tu parte- la joven maga sintió una gran satisfacción por haber ayudado, me despido de ella y me acerco al tablón de las misiones y  miro atentamente cual de todas podría elegir ya que todas parecían interesantes, después de varios minutos de contemplar las misiones, encuentro una que  me llamo directamente, se trataba de que en el zoológico de la ciudad de Iris, uno de sus animales está deprimido y para mi sorpresa se trataba de un tigre blanco,  y que necesitaban a una chica rubia, pensé  -"Esta es mi oportunidad tengo que hacerlo, aunque deba usar un vestido de novia-, embriagada de felicidad, tomo esa misión, ya que estaba  decidida a ayudar al animal,-Espero que el vestido sea lindo al menos- de esta manera salgo del gremio con rapidez, si solo hubiese leído con atención  todo lo del anuncio me hubiese enterado es mas hasta preparado,  a lo que se avecinaba, pero emprendí el viaje a Iris totalmente despreocupada.

Luego de  pagar y bajarme del transporte que me llevo a Iris, es allí donde comienza mi búsqueda del zoológico de la ciudad, la cual era la primera vez a la que iba y  temía que  me perdería con cierta facilidad, además que en ese lugar  había muchísimas cosas que me resultaban muy lindas,  tiendas de todo tipo –Vaya lugar es muy interesante, lástima que debo trabajar- luego de unas cuantas horas de  estar dando vueltas por la ciudad totalmente perdida ya que  a las personas que  les preguntaba me daban indicaciones diferentes, hasta que un  amable señor me dijo donde era  ya que  su  casa  se ubicaba a tres calles del lugar. –Has entendido por donde debes ir ¿cierto?- al parecer el hombre  era muy amable, se notaba que  quería que llegase a mi destino-Si lo he entendido, muchísimas gracias señor fue muy amable, que tenga un buen día- el hombre sonríe y sigue con lo que estaba haciendo. Luego de un rato llego al zoo, para ser un bello día  había muy poca gente, pero no me importaba y me dirijo  a la boletería del lugar, la chica que estaba allí se queda callada, parecía sorprendida, para luego decir –Buenos días, oye no te ofendas pero… ¿no estás algo grande para venir al zoológico?- el comentario de la muchacha hizo que me diera vergüenza, sentí como mis mejillas tomaban color de una forma alarmante, tomando algo de valor –Yo… yo… disculpa es que no vengo a pasear, me encuentro aquí por el anuncio que dejaron  por el tigre deprimido, ¿podrías decirme con quien puedo hablar? Digo el encargado del área de los felinos- al decir esto la chica  se relajo es decir  su cara de sorpresa se desvaneció y en su rostro apareció un rostro entre alegría y tranquilidad –Menos mal que mandaron a alguien para ayudar, eres perfecta para esto, aunque creo que deberías cambiarte de ropa, es mas ponerte el vestido, mira  con la persona que tienes que hablar se llama Amida Hikaru, es criador de Byakko el tigre, seguramente  ahora debe estar en atención al cliente dentro del establecimiento, puedes pasar con tranquilidad- escuche atentamente a lo que me dijo la muchacha de la boletería, cuando termino –Bien gracias por  decirme con quien debo hablar, esperemos que el vestido me vaya bien, que tengas un buen día- dicho esto, entro al lugar para comenzar a buscar al encargado del tigre, después de caminar por medio zoo logro encontrar  el pequeño puesto de atención al cliente parecía estar escondido ya que se encontraba  cerca del hábitat de los monos y en este había muchos árboles de distintas clases,  por lo cual el puesto estaba tapado por ellos, me acerco y golpeo, para finalmente  entrar, en el lugar se encontraba un joven, alto, de cabello corto y plateado, de u  color de ojos hermoso del cual nunca había visto, tenía un aspecto eclético, y al parecer me estaba hablando –Oye, ¿puedo ayudarte en algo?- al parecer me estaba  hablando pero  me distraje esos segundos –si, ¿tú eres Amida Hikaru?  Lo estoy buscando, soy maga de Fairy Tail, vengo por el anuncio de Byakko, mi nombre es kida- el muchacho me mira, de arriba abajo, sale de detrás del mostrador –Soy yo, al que buscas, y tu eres perfecta para el trabajo lástima que estas de verde- mientras me rodeaba y seguía mirándome –Oye acaso ¿eres buitre o qué?, además ¿qué tiene de malo lo que tengo puesto?- el chico se detiene y con una voz  que denotaba cansancio, frustración, y molestia –No soy nada de lo que dices, solo te observo, y por lo que veo señorita, no leíste con atención todo el anuncio, ya que si te lees bien dice claramente que al animal lo altera el color verde, pero ya ni modo, ¿estás dispuesta a tomar el trabajo o no? Y si lo estas te traeré el vestido- la amabilidad del joven se desvaneció por completo mientras esperaba mi respuesta, mirándome con el ceño fruncido

-Sí, lo haré, por eso estoy aquí, un error lo puede tener cualquiera, no soy perfecta, pero intentare ayudar a ese animal cueste lo que me cueste, trae ese vestido quiero comenzar  con el trabajo- digo esto con la mayor seriedad posible además  que me sentía una idiota por no seguir leyendo,  pero al parecer mi reacción de  querer colaborar, a toda costa le gusto al joven –Esta bien, veo que estas predispuesta, ven sígueme, te  mostrare en donde puedes cambiarte de ropa, así te pones el vestido y te recomiendo algo para la próxima vez lee todo con más tranquilidad antes de salir a lo bobo, das aspecto de pensar antes de hacer las cosas- me hace la seña para que lo siga, pasamos el mostrador,  Amida abre la puerta corrediza, me deja pasar primero, lo cual  le agradezco con  una sonrisa, al pasar el umbral de esa puerta, veo que es un estrecho pero largo pasillo con una luz tenue, pero aun asi  se podía ver con claridad, el lugar era más grande  de lo que parecía, íbamos en silencio, el cual  me ponía un poco incomoda  –Oye , ¿qué puedes decirme de Byakko? Ya que al parecer  aun no llegamos a nuestro destino- el chico traga saliva y termina suspirando-En realidad  ya llegamos,  cuando entremos te diré todo lo necesario de Byakko, lo que  puedes o no hacer, ¿sí?- abre la puerta y nos encontramos con una habitación acogedora, no era ni muy grande ni muy pequeña, al pasar observo que el chico va a un armario y de él, saca una vestimenta  muy linda era muy sencilla, pero elegante  – elegimos este vestido porque pensamos que sería liviano y con el podrías desplazarte todo lo que quieras, aunque espero que te guste, va creo que durara poco puesto pero no importa- ese comentario me asombro mucho es más  me hizo dudar, el joven estira las manos para que tomara el vestido. Lo tomo -¿Te quedaras aquí para verme cambiar de ropa?-lo digo mirándolo a los ojos, el chico se sonroja –espero afuera cuando estés lista me dices y te explico  que debes hacer- asiento con la cabeza mientras el chico, sale de la habitación para dejar que me cambie, extrañamente estaba más nerviosa que en mi primera misión con el perro fanático del lodo, será porque hace años no veo a un tigre o es el hecho de que me tenía que disfrazar de novia para  este trabajo, la verdad no lo sabía, pero en unos minutos lo averiguaría completamente. Luego de tener puesto el vestido  hago pasar  a Amida, cuando lo hace se queda sorprendido, intenta hablar, pero las palabras no salen de su boca –Oye, ya sécate la baba que se escurre de tu boca y dime ¿qué es lo que tengo que hacer con exactitud?- el muchacho reacciona, al comentario burlón que le hice, luego se aclara la garganta –si,  ahora va no seas ansiosa, lo único que debes hacer es darle de comer  y hacerle creer que te casaras con él, nada mas así de sencillo, en cuanto a la comida te la iremos acercando cuando sea el momento adecuado, no te preocupes por ello, y si pasa algo que no puedas controlar, o se te haga difícil, recibirás ayuda, ¿estás lista? Y descuida está vacunado, normalmente no muerde a no ser que alguien lleve algo verde, la última vez que comió fue hace unos días- luego de escuchar  las pequeñas indicaciones que Amida me dio, y además de escuchar los comentarios que en ese momento me resultaban totalmente innecesarios, suspiro profundamente, mientras miro con el ceño algo fruncido –Si, estoy lista, vamos, pero  ¿hace falta que me digas eso antes de ir?- volvemos a salir del cuarto pero esta vez nos dirigimos hacia el habitad del tigre, que al parecer seguía echado, como lo había estado desde hace unos días.

Unos minutos después veo al animal echado de tristeza, al verlo así siento como se me estruja el corazón, más decidida que antes haría esto, me indican por donde debía pasar para poder estar con el animal, al entrar al habitad siento como se cierra la puerta tras de mí, el rechinido fue escalofriante en eso por una rendija escucho el último comentario Amida-Mira sé que me odiaras por esto pero olvide decirte que el tigre es todo un pervertido, así que intentara sacarte el vestido de todas las formas existentes, desde ya te deseo buena suerte- y de esa forma se va de una vez, totalmente atónita, ya que no daba crédito a lo que escuchaba, -Lindo momento para avisarme ¿verdad?, genial vestida de novia, y con un tigre pervertido, esto no podría empeorar- sin darme cuenta y ya estando a la vista del tigre, no me percato de que este se me acerco con sigilo y me hizo pis –y si  empeoro,  bueno al parecer no puedo tener nada bonito-miro al felino caminar al parecer era consciente de lo que había echo además parecía que su rostro gatuno daba un aire de satisfacción, enorme, con un gesto algo agrio digo –Así que estas marcando territorio ¿verdad?, soy de  la propiedad Byakko el gran gato-suspiro profundo e intento pensar cómo llamar la atención del tigre, sin que este vuelva a suceder lo mismo de hace unos, minutos además de que ahora apestaba, me percato que de nuevo el tigre se había echado bajo la sombra, me le acerco sigilosamente, cuando estaba lo suficientemente cerca como para poder hablarle y en el caso de que me ataque poder defenderme, siento un hedor un tanto particular, era asfixiante, sentía como si mi nariz fuese a caer del olor, me alejo casi instantáneamente del animal, al hacerlo noto como el olor en el ambiente cambia radicalmente -¿Pero que le dan de comer al tigre?- en eso por el alto parlante se escucha la voz de Amida –Su alimentación consiste en una dieta balanceada, con los carbohidratos y nutrientes necesarios para un tigre de su calibre- me quedo atónita al escuchar la respuesta del chico, a lo que respondo exasperada –Era una pregunta retorica, no había necesidad de la respuesta, además como puede convertir la comida balanceada en eso, es mortal- era mejor comenzar a moverme otra vez,  va en realidad me acerco nuevamente, pero con la diferencia que me aguantaría el fétido aroma que había expedido Byakko, esta vez sin previa cautela me  le tiro encina y al hacerlo asusto al animal, haciendo que  se pare, y con cierta brusquedad, haga un movimiento y me mande a volar al otro lado. Cuando me levanto noto que el tigre parecía divertido, se me acerca,  ya que aunque le cause algo de susto, quedo intrigado por la situación en sí;  me  alejo de la pared,  me quedo en el centro del habitad, me siento y cierro los ojos, parecía meditar, el tigre hace lo mismo y se ubica  en frente de mi, mirándome fijamente, aunque en su mirar se hallaba el más abundante, llamativo e indulgente lívido, el bello felino, estaba dejando salir su lado pervertido  y empezaba a estudiar, de qué manera comenzaría a desgarrar el vestido. El silencio perduro un largo rato,  en eso abro los ojos y nos miramos fijamente con el tigre, poco a poco noto como el animal cambia ese estado de completa felicidad pervertida a una instancia de molestia profunda –Que raro, se está poniendo molesto, si mal no recuerdo, había algo que lo enojaba,  ¿qué era?- creo que las emociones me jugaban una mala pasada, ya que a pesar de prestar atención a lo que el cuidador dijo, en ese momento tenía una  un pequeño desliz mental, no lograba recordar que era ese minúsculo detalle, que  según yo era inofensivo, el felino parecía prepararse para correr hacia mi persona lo cual  a los pocos minutos me di cuenta de ello, miro hacia todos lados intentando tener una respuesta, claro está sin dejar de estar atenta a las reacciones del gran gato. Segundos después lo recuerdo-oh, cierto es el verde, pero si no… genial, debí haberlo supuesto yo y mi genética ¿por qué tengo que tener ojos verdes? lindo gatito, tranquilo, no te pongas enojado- veo como se me acerca  la bestia, y comienza a atacarme con sus garras, las cuales no llegan a  lastimarme pero rasgan el vestido.

Sin darme cuenta comienzo a correr por todo el lugar seguida del animal, con el vestido en su mayoría rasgado, aunque debía admitir que el tigre sabía en donde detenerse, a los pocos minutos de estar huyendo recuerdo – ¿Pero qué estoy haciendo?, si yo puedo,… yo puedo, lo enfrentare– tomo confianza, ya que había recordado de mi status de maga de uno de los gremios ms fuertes de Fiore, tomando valor, me detengo por completo me doy vuela dispuesta a enfrentarme a Byakko, claro intentaría que se detenga o aleje de alguna forma, tomo posición, de pelea esperando el momento indicado para atacar, cuando veo que el lindo gatito está lo suficientemente cerca comienzo a atacar, usando puñetazos y patadas de aire las cuales son formaciones de aire comprimido, las cuales las disparo de forma no continua para no cansarme rápidamente, puedo lanzar cuatro corrientes de aire dos puñetazos y dos patadas, en dirección del animal, usando algo de mi fuerza ya que quería que retrocediera, pero al ver como esquivaba con facilidad el ataque, con rapidez y sin dejar de moverme cambio de técnica y uso bomba de aire, en el cual creó una poderosa corriente de aire, moviendo hacia afuera y en todas direcciones, lo hago lo suficientemente fuerte como para alejar al animal, y así poder ir a buscar al cuidador y que este me dé una solución, a todo esto, al parecer el rato que llevábamos corriendo y las dos técnicas empleadas lo comenzaban a cansar, aunque no era el único que comenzaba a cansarse, aunque eso no iba a detenerme, por lo cual uso nuevamente, los puñetazos y patadas, esperando a que se canse cuando comienzo a atacar nuevamente luego de que el animal pero luego de las dos patadas iniciales me percato que el tigre pierde el interés en mi persona, al parecer ya no tenía interés en atacarme, observo cómo se aleja y se dirige a un rincón totalmente atónita y desconcertada por el cambio tan abrupto, del susodicho me acerco, a la puerta de la cual había salido hacia un par de horas, exigiendo una solución a la cual el cuidador lo único que hace es darme lentes de contacto de color para que no vuelva a pasar lo de hace unos minutos, luego de ponerme los lentes de contacto de color los cuales me molestaban un poco, me decía a mi misma -Es por el bien de un animal, a retomar el trabajo ya un poco mas tranquila solo por el simple hecho de saber que por este pequeño cambio de color de ojos, harían las cosas un poco mas simples.

Pero no contaba con lo que iría a suceder, en unos minutos  ya que por el altavoz  se escucha a Amida decir –Oye, niña, regresa olvide darte algo que puede servirte-  me volteo y regreso nuevamente hacia donde se encontraba este cuidador  lo bueno esta no me había alejado mucho de la puerta  en donde este se encontraba, al pasar nuevamente  -bueno ¿qué es lo que debes darme?- estaba algo curiosa mientras seguía pensando que mas hacer, mientras esperaba la respuesta de susodicho –Es esto mira, supongo que si te lo pones  llamaras su atención- cuando dice esto me pone rápidamente unas orejas de tigre en la cabeza y me da un espejo para que me mire y al hacerlo –Wow… esto debe ser una broma ¿verdad? Me veo ridícula- la situación ya era estresante, dado que tenía el vestido rasgado pero con esto empeoro cuando iba a reprocharle algo  el joven me saca del lugar y termino  en el exterior con el tigre otra vez,  eso era el colmo estaba totalmente molesta, además de sentirme tonta por lo que tenia puesto en eso escucho, a viva voz y por los parlantes –Por cierto no te ver ridícula creo que te ves tierna, y antes de que te vayas cerca de  Byakko te aviso que unos minutos  se le dará de comer así que ponte alerta- cuando se produce el silencio dándome a entender de que debía seguir con el trabajo, aunque su comentario de que me veía tierna me resulto extraño, lo único que pensé fue –Lo golpeare después de que termine con esto- eso se pondría en duda, sin importar mas camino lentamente hacia el animal, mientras miro a  mi alrededor, al parecer ya  había pasado la hora de almorzar, ya que me  estaba haciendo ruido el estomago –vamos, no molestes te alimento después de trabajar – la situación provoco que me sonrojara, pero eso no me detuvo  ya  a pocos pasos del tigre que estaba nuevamente echado , me siento en frente de él y digo -Hola, bonito, ¿ por qué estas triste?- le pregunto una inocencia  y ternura que nunca pensé tener el animal me miraba fijamente como si estuviese  buscando un defecto o algo que hacer, lentamente cambia su posición de acostado a sentado pero no me sacaba la mirada  de encima lo cual me resulta curioso ya  que parecía  comenzar a tener algo de confianza en mi - te sientes solo ¿verdad?  No te preocupes yo te cuido hasta que te sientas mejor- le doy una sonrisa amigable mientras me acerco a él y  para abrazarlo, era sorprendente ya que el animal entendía todo, esa cara de que entendía lo que le decía me recordaba tanto a Bastian,  en cuestión de segundos estaba abrazando al felino, pero no contaba con la reacción de este que también, me abrazaba pero no lo hacía  solo por el hecho de abrazar, el lindo gran gato tenía otras intenciones, e iba a emplearlas en ese momento de descuido mío,  lentamente siento  como la pata del  felino está en mi espalda, al principio se mantenía inmóvil, pero lo suficientemente firme como para no dejarme salir con facilidad de sus enormes, esponjosas pero feroces patas, al quedar por así decirlo atrapada me dio un poco de temor, ya que no sabía que iría  ha hacer –Byakko, lindo tigrecito, que tal, si nos vamos despidiendo del abrazo y jugamos- en tigre al parecer me había escuchado  ya que después de decir esto dio una especie de ronroneo, el cual fue muy tierno, pero debía hacer algo y rápido porque sentía que el tigre comenzaba a rasgar lentamente lo que me quedaba del vestido, que para ese entonces se había pasado  de un vestido largo con un corsé a  una minifalda con un corsé, y para no quedar  en paños menores comienzo a moverme es decir a intentar soltarme por algún medio sin necesidad de lastimarlo, comencé con un tuco totalmente absurdo –oye mira allá, otra chica rubia- sin darse cuenta me suelta, ya que al escuchar mi comentario se emociona porque no tendría una rubia si no habría dos –vaya, eso fue fácil- mientras que el animal mira hacia todos lados, me alejo unos pasos  pero no los suficientes ya que Byakko no ve a nadie más, se voltea y me mira con cara de “eres mala, no hay nadie más aquí, solo nosotros”, e hizo algo que me rompió  el corazón, puso cara de pobrecito, y hacia un sonido raro es como si estuviese  llorando –Etto… lo… lo siento no quise engañarte pero no me soltabas, y si no me soltabas, no podríamos jugar-al parecer eso hizo que dejara de llorisquear, además de  provocar un cambio en su felina cara, al parecer logre captar su atención –Mira, jugaremos a las atrapadas, si me atrapas te doy un beso y un abrazo y si yo te atrapo descansamos unos minutos, y me darás una carita de  gatito feliz ¿ te opinas?- miraba el semblante del animal, parecía contento y relajado pero había algo que me perturbaba, en él se encontraba algo que me daba mala espina, pero debía  seguir intentando, hacer feliz al animal aunque sea con un juego bobo; el cual estuvimos jugándolo gran parte de la tarde, además de darme cuenta que el bello animal, cada vez que me agarraba, ponía sus grandes patas en mis bubis o en mi trasero, lo cual  pacería gustarle mucho a él, eso me incomodaba cuando lo hacía me ruborizaba, le hacia un gesto de reproche lo que parecía no molestarle ya que  en su rostro  se reflejaba la felicidad y  su perversión a flor de piel o pelaje en este caso.

Dejando eso de lugar, además de jugar a las atrapadas, hicimos otras cosas como juegos de peleas,  carreras, entre otros  y sin darme cuenta  ya había oscurecido, y suponía que era la hora de comer para el animal ya que habían  puesto pedazos de carne lo suficientemente grandes  para que se llenase -Mira es hora de la cena- nos encaminamos hacia donde estaba,la comida, lo único que hago es sentarme, mientras  Byakko, comenzaba a comer, o mejor dicho a devorar el alimento, cada tanto me  ofrecía, algo de la carne cruda  de algún animal, a lo que le decía de forma amable –No, gracias estoy bien, no tengo hambre-  lo cual hacia que me mirase, unos segundos para luego continuar; ya satisfecho y al parecer cansado, luego de un largo día de juegos,  con su “novia” aun que yo  me decía a mi misma su amiga se acurruca en un rincón, a los segundos de acostarse hace un sonido, el cual me hiso pensar que me estaba llamando –si, ya voy, ya te escuche- perezosamente, camino hacia donde está el tigre, me recuesto a su lado y al hacerlo el animal me abraza, eso creí al parecer no quería que me fuese, que me alejara de su lado, eso hizo que me pusiera mal ya que me percate de que se sentía abandonado, y sabia lo que se sentía estarlo. Esa noche me costó dormir ya que había estado lloriqueando  silenciosamente mientras el tigre dormía, más bien roncaba, lo cual me resultaría simpático; si no me hubiese puesto triste, estuve en esa condición no se cuanto tiempo, ya que  a la mañana siguiente muy temprano  el cuidador, vino por mi; me ayudo  a salir  de  las patas del tigre y caminamos juntos hacia el cuarto al que había entrado el día anterior, lo único que escucho del joven –Gracias por la ayuda, fuiste muy amable, hacía tiempo no lo veía así de contento, le hiciste feliz, cámbiate, te daremos las joyas y podrás irte, por cierto fue un placer conocerte- me sonríe, de una manera totalmente sincera, lo miro y le devuelvo el gesto haciendo lo mismo que él –No, hay nada que agradecer, me gusto ayudar- el joven, me mira unos minutos para después  retirarse, así, poder cambiarme de ropa,con total tranquilidad, cuando estoy lista salgo, hablo nuevamente con el cuidador para que me paguen cuando lo hacen, me retiro