Una sirena con Tijeras

Semanas pasadas, habia tenido escalofriantes sueños, fue alrededor de hace dos años, cuando mi vida dio un giro completamente, empezaron a ocurrir sucesos extraños, en los que despertaba en las mañanas con sangre en mis manos, una sangre que llenaba mi sentido del olfato con un olor metalico, unas tijeras tambien manchadas de sangre y mi ropa rasgada, no entendia que me habia sucedido "¿Acaso me habian asaltado?" o al menos eso es lo que pensaba, ojala hubiera sido eso, hubiera preferido eso que lo que estaba a punto de descubrir, cuando caminaba por las calles se escuchaban rumores de un asesino serial, algo raro ya que nuestra ciudad era algo tranquila, una tarde estaba comprando algo para comer cuando vi a unas señoras parloteando a lo lejos, hablaban del asesino en serie, y fue cuando lo escuche "¿Supiste que el arma asesina eran unas tijeras? ¿que clase de demente usaría unas tijeras?" fue ahi cuando mi mundo se despedazo, sabia quien era el asesino, era yo misma, pero ¿como? yo no recordaba absolutamente nada, mi mente empezo a llenarse de dudas, no sabia porque se habian dado las cosas, y encontre una hoja algo rasgada y manchada de rojo, que decia:

"PEQUEÑA MOCOSA: ESTOY HARTA DE TUS DUDAS Y EMOCIONES, ¿QUIERES SABER LA VERDAD? YO FUI QUIEN ASESINO A TODOS Y NO ME DETENDRE POR TI, MI ESPÍRITU ESTA HECHO PARA ELLO, TU ESTAS HECHA PARA ELLO"

No podía creer lo que sucedía, que yo era aquel loco que iba por las calles arrebatandole la vida a las personas, poco a poco los asesinatos dejaron de suceder, descubrí unas pastillas, que me permitían encerrar a mi otro yo, o como le llamaba "Black Tsubasa" cuando cumplí 17 años, días después decidí unirme al mundo de la aventura, olvidar su pasado, conocer y ayudar a los demás, al final, es lo mínimo que puedo hacer después del daño que hice.

Y ahí estaba yo, frente a una especie de castillo que se encontraba en la ciudad, era color rosa y tenia detalles metálicos, había una bandera que decía "Mermaid Heels" ahí conseguiría cambiar mi vida, e intentar corregirla, con temor me adentre y observe a muchas mujeres en el interior, todas estaban platicando, charlando, riendo, casi sentía envidia, no... la verdad si sentía envidia, una joven de cabello largo y castaño, algo alta y llevaba una espada se me acerco y me sonrió, di un paso hacia atrás por su repentino acercamiento y ella me estiro la mano, con duda le respondí el saludo y ella dijo:
-Mi nombre es Kagura ¿Se te ofrece algo?-
-Estoy buscando unirme al gremio, pero no se con quien hablar-
-Yo puedo resolver tu problema, sígueme, toda chica es bienvenida al gremio-
Caminaba lentamente detrás de la chica a la barra, donde se encontraba otra que tenia unas orejas de gato, casi me lanzo sobre ella para abrazarla, pero decidí quedarme donde estaba, Kagura saco un sello y se dirigió a mi dirección. -¿Porque quieres entrar al gremio?- Me pregunto y su inesperada pregunta me sobresalto.
-Quiero alejarme de mi vida solitaria, ayudar a los demás y ser feliz conmigo misma- ella me miro algo incrédula pero después sonrió, -¿donde quieres la marca del gremio?- proseguí a levantarme la blusa un poco y señalar alado de mi ombligo, puso la marca, era color violeta y yo sonreí, ahora era parte de un gremio.