Un nuevo minino

Esa mañana había sido dolorosa, perder a mi mejor amiga fue lo peor que me pudo pasar, estaba vagando por una nueva ciudad a la que llegue, "Ciudad iris" creo que se llamaba, caminaba sin rumbo alguno y con algunas lagrimas en los ojos, cada vez que daba un paso las personas me veían, no... no me veían a mi, veían mis orejas, podía escuchar murmullos

"Ya viste ese fenómeno" - "Mira tiene orejas y cola" - "Hijo, aléjate de esa criatura"

"Criatura eh... Supongo que ese es mi castigo, lo que me marcara por lo que le hice a Yuki, Yuki... espero que alguna vez me perdones"

Seguí caminando, soportando las miradas que eran dirigidas a mi, hasta que me detuve en un edificio algo peculiar, "Rising Phoenix" luce interesante, Recuerdos llegaron a mi mente, me habían hablado de los gremios de magos y de este, fue uno de los sirvientes de la mansión, dijo que su hijo se había unido a un gremio, donde se siente feliz, Ahora que lo recuerdo, ese hombre se había peleado con su hijo, y este le dijo que era como "su segunda familia"  "¿Tendré también yo una segunda oportunidad?" con algo de dudas me acerque al edificio y me pare justo enfrente de la puerta, el tiempo pareció detenerse, o al menos para mi, las personas seguían pasando, seguían mirándome y susurrando, cosa que hizo que apretara mis puños, me di la vuelta , el miedo me invadió,  "¿Que pasaría si me ven raro? ¿Que pasaría si no me aceptan por estas orejas? ¿Podre soportarlo?" estaba a punto de dar un paso en dirección contraria a esa gran puerta, cuando esta se abrió.

El cabello de mis orejas y cola se erizo, avisándome que había un movimiento detrás de mi, talvez una de las ventajas de mi maldición eran los instintos felinos que adquirí con esta, aunque aun seguía siendo incomodo el caminar por la calle e intentar ignorar los comentarios de las demás personas, me detuve y escuche el sonido de la enorme puerta de madera abriéndose, voltee y vi a muchas personas dentro de ese edificio, todas riendo, sonriendo, algunas con un vaso en la mano, otros jugando cartas pero lo que mas me sorprendió fue la persona que vi frente a mi,  la persona que abrió la puerta era un hombre con estatura un poco mas alta que la mía, que se veía algo anciano ya, tenia bigote y cabello de tono gris, me llego a recordar las cenizas del cigarrillo que mi padre siempre traía en la boca, el me miro con sus ojos negros, casi tan profundos como la noche y me sonrió, -Ehhh, pero me pareció oír un ruido, Oh chiquilla ¿que haces aquí?- me recorrió con la mirada detenidamente y se detuvo en mis orejas, "Lo sabia... No soy bienvenida por estas malditas orejas..." sentí como tocaban mis orejas y estas por reacción se movían, alce la mirada y vi al anciano picandolas con una mirada algo incrédula, -Ohhh pero si son de verdad, mira que son una rareza! Lo que daría yo por unas así! - parpadee numerosas veces al no creer lo que el anciano decía... el quería unas orejas, las cuales eran mi maldición ... sonreí y el me devolvió la sonrisa amablemente -¿En que podemos ayudarte chiquilla? Por lo visto eres una maga- lo mire fijamente, sorprendida ante su comportamiento, era muy diferente al de las demas personas, aleje mis dudas y de alguna forma, me llene de seguridad, inhale aire y dije : -Quiero unirme ... -

Mire fijamente al hombre frente a mi, intente parecer lo mas segura posible, y el me miro serio, para después extender una mano y decir  -Por favor, Sígueme- tome su mano con algo de dudas que me ayudo a subir el ultimo escalón, aunque pude haberlo hecho sola, supongo que fue una muestra de cortesía, se adentro al edificio y camino hasta el fondo, con inseguridad di un paso dentro y después intente disimularla mas, camine hacia donde el anciano había ido y pude ver como algunos voltean a verme.
"Mira, esa chica tiene unas orejas" - "¿Que clase de mago sera?" -
Sabia que comentarios como esos podian surgir, agache mi mirada y estuve a punto de darme la vuelta cuando seguí caminando hasta llegar frente al anciano, tenia un sello en la mano y lo levanto, y dijo - ¿Cual es tu nombre chiquilla?- alce la mirada y le dije - Mitsuki Shiro - el sonrió y miro directo a mis ojos, - ¿Donde quieres tu marca Mitsuki-chan?- Escuche un murmullo a lo lejos, era de un hombre que estaba sentado casi en la puerta, -"¿Pensara en unirse al gremio?" - Me distraje y baje la mirada,  - ¿Donde quieres tu marca Mitsuki-chan?- repitió la pregunta ignorando por completo al hombre, lo mire y por alguna razón, encontré calidez en su mirada, pareciera que ese anciano podía leer mis pensamientos, El joven que estaba sentado con el que acababa de hablar dijo "-Te imaginas los beneficios de su habilidad-" para que el otro le contestara "-Nunca había visto un mago así-"  levante mi brazo izquierdo y señale mi muñeca, el entendió y puso ahí una marca, color blanca, como mi nombre. -Ahora eres oficialmente parte de la familia Phoenix-

Ellos no estaban rechazándome como las demás personas, ellos estaban ... aceptándome, sonreí y no pude evitar el voltearme llena de seguridad, alzar mi muñeca izquierda y decir -Ahora soy parte de Phoenix Meeeow~ el anciano detrás de mi sonrió y las personas ahi también, ¿Sera acaso, que encontré a mi nueva familia?


Finalizado