La mujer sin emociones aparece.

Iba leyendo algunas cosas que había escritas en la guía. Tiendas de ropa de la ciudad, no muy lejanas. Buscando un lugar donde hubiera taiyaki. Finalmente llegue a la puerta del lugar que buscaba. Sin dejar de sostener la guía abrí la puerta con mi cabello. Miré el interior completamente vació. No había nadie a simple vista. -La guía decía que aquí concurren magos de la ciudad. Me dije a mi misma para luego ver el lugar de reojo. -¿Estará cerrado?
Tome asiento en un taburete frente a la barra de la taberna. Mi puntas de mi cabello llegaban a tocar el suelo. Continué leyendo sobre la ciudad. "¿Leyenda del fénix?, eso no tiene mucho sentido.. ¿Acaso sera que el fénix era amigo de los humanos?" Voltee la pagina y observe la imagen del fénix que simbolizaba la leyenda. -Carece de realismo. Deje la guía abierta sobre la barra en el momento que note mi bolsa de taiyaki vacía. Como el lugar parece estar vació simplemente deje la guía sobre la barra y salí en busca de mas taiyaki. Capaz al regresar haya alguien. Salí por la puerta dejándola completamente abierta.

Después de unas horas de caminar en busca de comida, regrese al edificio con una nueva bolsa llena. Uno de ellos colgaba de mi boca moviéndose mientras lo masticaba.
La puerta aun permanecía abierta. Era fácil darse cuenta que nadie había pasado por el lugar. "Creo recordar que la guía decía que concurrían personas". Caminé con mucha tranquilidad a la barra donde se encontraba la guía en la misma pagina que la había dejado.
"¿Sera una guía vieja y este no es el lugar?". Tomé la guía y nuevamente salí del edificio. Miré hacia atrás, tenia la impresión de que el lugar era correcto. Tal vez la hora no era la adecuada. -Esperare un poco más. Continué con la lectura.

Habían transcurrido nuevamente un par de horas. Había logrado leer completamente la guía de la ciudad. Aun continuaba parada frente a la puerta de entrada. -Este es el lugar indicado, definitivamente es aquí.- Entre nuevamente y deje mi bolsa sobre la barra. Me quedaban muy pocos para comer. Parpadee lentamente un momento analizando el lugar. "Puedo revisar el lugar ya que no hay nadie". Camine a un rincón del edificio y comencé a caminar de lado observando la pared y las gritas en la pintura de la misma. "Parece no ser muy viejo este lugar". Mire debajo de los asientos y pase un dedo para ver cuanta tierra estaba acumulada. Aparentemente muy poca. En otras palabras la gente suele limpiar este lugar. -Alguien ha limpiado este lugar.- Fui detrás de la barra y comencé a observar cada botella. Tomé una de las botellas y la miré en contra de la luz.  "Este agua tiene un color extraño" Destape la botella y acerque mi nariz para sentir el olor de su contenido. Era un olor fuerte que me ovacionaba un leve ardor.  "¿Acaso este agua esta en mal estado?" La tapé y la deje en su lugar. No me agradaba oler esa peste. A un lado encontré una charola de plata. "Con esto podría.." Transmute mi ropa negra por mi conjunto de conejo y tome la bandeja entre los brazos, al acercarme a la puerta e inclinarme frente a la misma. -Bienvenido a casa mi señor pyon.- Al levantarme un hombre mayor me estaba mirando. -Muchas gracias.. ¿señorita coneja?.-.

El hombre se encontraba en el suelo desmayado. Lo había golpeado repentinamente y bruscamente con mi cabello en forma de puño. "¿Tenia que aparecer en este preciso momento?" Regrese mi ropa a su estado normal. El tapado negro que me hace parecer una lolita gotica. deje la bandeja nuevamente en la barra y espere junto al extraño que se levantara.
Había transcurrido algunos minutos hasta que por fin se levanto. -¿Que fue lo que paso?.. ¿por que estaba durmiendo?.- Me pregunto mientras se frotaba la cabeza, aun continuaba sentado en el piso. -Yo lo noquee.- Le dije con una mirada seria, no encontré razón para ocultar el hecho de haberlo golpeado, realmente no me importaba. -Tu eres la conejita de hace un momento..- Mi cabello tomo nuevamente la forma de un puño gigante. -¡¡ALTO!! Es ¡¡una broma.. una broma!!.- Detuve el golpe frente a su nariz, estaba cubriéndose con sus brazos y mantenía sus ojos cerrados. En un momento abrió uno de sus ojos para ver que sucedía. "Recuerdo haber leído algo sobre las bromas, los amigos se dicen bromas. Eso quiere decir que este extraño me considera una amiga. Si no mal recuerdo, lo correcto ante una broma es reírse de ella." Lo miré fijamente sin detallar ningún gesto, una mirada seria en todo momento. -Ja Ja.- Listo, ya me reí de su broma en un modo muy pausado.
"¿Que demonios fue eso?" Pensó el sujeto al escuchar mi intento de risa.-Como sea, me llaman Teo, siempre vengo para unirme a este lugar, pero hoy logre juntar el valor para ingresar. ¿Tu ya eres parte de este gremio?.- Lo mire sin entender lo que me trataba de decir. -¿Gremio?.-

El hombre me explico muy brevemente lo que era un gremio. -No puedo creer que seas parte de un gremio y no sepas lo que es. Un gremio es un lugar donde se reúnen los magos, como ya debes saber. Una vez que te colocan el sello ya eres parte, puedes hacer amigos y conocer chicas.- El hombre se sumergió en su pensamiento un poco pervertido, se imaginaba a el mismo rodeado de mujeres. Su cara denotaba lo que pensaba, sin embargo al decir "amigos" logro que me imaginara rodeado de gente. "¡Me quiero unir!". Sacudí a Teo preguntándole sobre el sello, lo que nunca pensé seria que tan poca sutileza tenia. "¡Esta mujer esta loca! ¿acaso quiere matarme?". Lo sacudía cada vez con mas fuerza. -¿Como es el sello?.- No deje de sacudirlo en ningún momento. -Es un pequeño sello que deja el logo del gremio en la piel.- En el momento que me dio la respuesta que buscaba, lo solté y comencé a buscar el pequeño sello. "Esta mujer esta loca, mejor me voy de aquí y no regreso nunca.".
La única persona que me había considerado su amiga se había ido corriendo. "Recuerdo haber leído que cuando corren de ti es porque hiciste algo malo..." Permanecí en silencio un minuto decepcionada por mi fracaso. Repentinamente continué la búsqueda del pequeño objeto que me facilitaría el tener amigos. No tenia tiempo para desanimarme. Ahí estaba, junto a las botellas malolientes. Levante mi vestido negro y lo coloque junto al ombligo. "Listo, ahora podre hacer amigos". La marca había tomado el mismo color que mi cabello. Dejando caer las telas negras oculte nuevamente mi ropa interior blanca. Ya era oficialmente una maga del gremio, aunque no sabia que significaba eso. -¿Que se supone que debo hacer ahora?.- Hice lo único que se me ocurrió. Tomé mis taiyakis restantes y me dirigí a una biblioteca para leer sobre como hacer amigos.