La llegada del espadachín (libre)

Había pasado los últimos días de mi viaje en ciudad Fedoria, un lugar que parecía ser bueno para la minería y en el cual la gente parecía ser muy amable, luego de haber caminado por un rato empece a preguntar por el motivo de mi visita a la ciudad, el gremio Sabertooth, en el cual esperaba me recibieran para poderme convertir en un mago que usara sus poderes para el bien, vestía mi traje casual y llevaba la espada que me había regalado mi madre en la espalda, dentro de un estuche de cuero negro. Luego de unas cuantas indicaciones por fin llegue al lugar, era algo imponente pero ya había decidido lo que haría, así que pase a través de la puerta y esperaba que alguien recibiera a un viajero como yo.

El pequeño Lector paseaba por la entrada junto con Fro, ambos parecían muy felices hablando de algo sin mucho sentido; bueno, en realidad Lector era el que hablaba y comentaba, y Fro "pensaba igual". Momentos después, ven llegar al extraño hombre, bastante elegante, y salta Lector a preguntarle. ¿Qué necesitas? Estás en Sabertooth, el segundo gremio más fuerte de Fiore y el que aspira recuperar su trono el próximo año. Fro piensa igual. Comentó el pequeño exceed vestido con su traje de rana. Ya lo sabía, Fro. ¿Buscas a alguien en particular? ¿Estás de visita? No damos tour a los visitantes.

Un par de gatos parlantes me habían empezado a hablar, pasada la sorpresa por el acontecimiento me decidí a decirle el porque de mi visita -No vengo a nada de lo que dices pequeño amigo, en realidad vengo a unirme a este gremio, después de todo me han dicho que es un gremio fuerte pero que ha cambiado su mentalidad para ser mas amable con los demás, bueno espero que mis habilidades sean suficientes para entrar aquí- dije eso ultimo con una sonrisa, aunque estaba preocupado quería dejar una buena impresión con mis nuevos compañeros "¿sera que lo molestara que lo trate como pequeño amigo?" esperaba una respuesta del gato que me había hablado o que alguien mas viniera a recibirme.

Lector no parecía muy confiado, no estaba seguro de las palabras del recién llegado, si tomarlo en serio, ya que no solían recibir a nadie nuevo jamás, aunque quizás la política del gremio habría cambiado con el cambio de maestro, que era Sting. ¿O no lo era? Oh, ya veo, vienes a unirte al gremio más fuerte de todo Fiore. No puedes entrar, no eres apto. Fro piensa igual. Contesta la pequeña ranita, digo, el exceed.

En eso, escucho algo de actividad y me acerco a ver qué pasa, pues Lector y Fro estaban conversando con un desconocido, algo muy raro tomando en cuenta que nadie suele visitar al gremio. -¿Qué está pasando? Pregunto al momento de llegar, aparentemente ignorando al recién llegado. Pero lo miro un momento antes que Lector comentara: Ah, Maestro Sting-kin, qué bueno que llega. Este sujeto dice que quiere unirse a nosotros, pero nadie puede unirse al gremio, ¿verdad? -Claro que pueden, ya no estamos con la misma política de antes. Y deja de llamarme "Maestro"... Soy Sting Eucliffe, ¿es cierto que vienes a unirte al gremio? Le pregunto al extraño, con un tono un poco arrogante, típico.

Al parecer el pequeño gato era un poco arrogante y el chico también aunque sinceramente no me molestaba en lo mas mínimo, al escuchar su pregunta volví a mirar al joven que me había dicho eso y con un tono desenfadado dije -Si, eso es cierto, por cierto mi nombre es Kiba Yuuto, gusto en conocerlo señor Sting- después de decir eso me incline para hacer una leve reverencia a modo de cortesía, esperaba ansioso una respuesta de que debía hacer para unirme, incluso si debía pasar una prueba no me molestaba pero este lugar era imponente, fueran los mas fuertes o no daban una impresión de grandeza, miraba a mi interlocutor esperando su respuesta a mi solicitud para unirme.

Mirando con atención lo que decía el sujeto llamado Kiba, pensaba que no era tan simple unirse al gremio: "¿En verdad es fuerte?" Pensaba al cuestionarme su fuerza apenas lo miraba, algo que no me dejaba en claro un buen presentimiento: incluso su olor no me inspiraba gran confianza, sin embargo las apariencias engañaban, y tuvo el largo viaje de venir hasta aquí, merecía la oportunidad. Ahora que las cosas habían cambiado, al gremio le vendrían bien nuevos miembros para renacer y hacernos más fuertes y ser la familia que he ansiado desde el torneo. -De acuerdo, Kiba. No te puedo aceptar al gremio, primero tengo que ver si eres apto. No todo el que llegue puede pertenecer al gremio. Muestrame lo que eres capaz de hacer. Le dije finalmente, y le hice señas de que me siguiera hasta uno de los laterales del edificio, donde había suficiente espacio para la demostración.

Luego de haberme dicho que debía probar que merecía entrar al gremio mi mirada se hizo mas dura y apreté un puño dentro del bolsillo mientras caminaba hacia el ala del edificio, al llegar volví a mirar al chico y a los dos gatos -Por favor aléjense y no interfieran- di un par de pasos al frente y me dispuse a llamar a mis 3 espadas demoníacas -¡¡Aparezcan mis espadas, Espada demoníaca de la destrucción, espada del escudo demoníaco y espada del demonio tirano!!- Luego de eso aparecieron las 3 espadas y se clavaron en el suelo, cogí la primera y apunte a una caja que no se encontraba muy lejos y lanze unas cuantas ondas de choque que despedazaron la caja, algunas partes salieron disparadas hacia donde estábamos, así que cambie rápidamente a mi segunda espada y cree un escudo que evito que esas esquirlas nos dieran, por ultimo  agarre el mango de la otra espada y materialice su hoja para luego apuntar a otra caja que se veía vacía, al estar a su lado la corto en múltiples pedazos con varios movimientos como si estuviera danzando, al terminar desaparecí todas las espadas y volví a mirarlo mientras me secaba un poco de sudor en la frente -Bien, ¿es eso suficiente o hace falta mas?- esperaba su respuesta mientras lo miraba, al final de ser necesario usaría la única espada que no tenia poderes, esperaba unirme para no buscar mas ademas de que el lugar era motivante, pues es un lugar donde pueda luchar contra gente fuerte

Impresionado con la magia, y no con la habilidad de Kiba, tuve un momento de duda. Ciertamente no esperaba ese tipo de magia y su poder, algo sin duda poderoso, y su control demostraba aún más pontencial ¿significaba entonces que podía entrar al gremio? No podía ser rudo con él, se veía más determinado luego de haber completado la demostración. -Cualquiera puede cortar un par de cajas vacías... Le dijes algo burlón y despectivo, sólo para agregar: -Pero no todos empuñan una espada como la haces, o 3 en este caso. Creo que has demostrado lo suficiente. ¿Así que se unirá a Sabertooth? Ya sabía que tenía potencial. Fro piensa igual. Repetía la pequeña rana si borrar su sonrisa. En efecto, me gustó mucho su magia, podría ser útil y Kiba no parecía mala persona, se adaptaría bien a las nuevas costumbres del gremio. -Si, puedes unirte. Ven, te pondré la marca. Le guío de regreso al gremio, al edificio, y busco entre algunas cosas junto a la barra en la recepción el sello, cubierto de polvo: hacía mucho tiempo que no se recibía algún nuevo. -¿Dónde y de qué color quieres tu marca? Le dije mientras pensaba "¿Cómo rayos se usa esta cosa?" En referencia a que no se usaba mucho el sello, no lo sabía usar.

Al ver que había pasado la prueba me relaje un poco y seguí a Sting al gremio, cuando me pregunto donde quería la marca extendi mi mano izquierda y le dije -En el dorso de esta mano, y de color rojo por favor- aunque el parecía tener algunos problemas para usarlo al final logro ponerme la marca del gremio, al ver eso solo un pensamiento paso por mi mente "Espero ser de utilidad en este lugar" seguido a eso hice una reverencia a modo de agradecimiento, fui a sentarme en una mesa cercana para descansar y empezar a planificar mi camino a partir de ahora pues era hora de que empezara mi propio camino.

Una vez completada mi labor, parecía que ya no tenía más por hacer. Con una sonrisa triunfante, pude decir que ya había dominado el sello del gremio, no habría problemas a futuro. -Bienvenido oficialmente a Sabertooth. Ahora, debo seguir en lo mío. Dije al ver que el nuevo integrante, Kiba, iba a una mesa apartada. No quería dejarle solo, debía empezar a interactuar para hacer más agradable su estancia y mejorar el gremio, pero había algo que debía atender con Rogue. Quizás los exceed, que estaban hablando de cosas que no me llamaron la atención, podría estar más animados de hablar con Kiba.

Vi que Sting se retiraba pero los gatos se quedaban atrás, aun así mire hacia arriba y empece a pensar en mi madre y en como estaría la familia, después de todo no es tan fácil dejar el pasado atrás, mire a mi alrededor y los gatos me miraban como si quisieran hablar conmigo así que les sonreí y me quite mi espada y la puse a un lado mio pues no me dejaba sentarme de una manera que fuera cómoda, ademas de dejar espacio por si alguien quería quedarse a hablar conmigo, era un lugar tranquilo y acogedor, bueno después de todo fue el gremio mas fuerte por mucho tiempo y esta vez solo perdió por 1 punto, pero prometían una recuperación temprana, era un gran lugar y había magos de gran calidad, debía cumplir mi cuota y hacer que el gremio se hiciera el numero 1 otra vez.